“MISION DE LOS
DOCE”
Introducción.
La misión
de los doce
en este contexto
no es lo
mismo que el
envió a la
Gran Comisión de
Mateo 28: 19. La
Gran Comisión enfatiza el encargo
de haced discípulos a
todas las naciones.
En ese contexto
de Mateo debemos
ser maestros y tener
seguidores que quieran
imitar lo que
nosotros hacemos. La función
es mas didaskelo (docentica- enseñanza) y
kerigmatica (anunciar- proclamar).
Nuestra función en la Gran Comisión
es más de
enseñanza y anuncio. Pero
en la Misión
de los doce
es Terapéutica (Sanar).
Potestad o autoridad
sobre los demonios
y sus fortalezas (enfrentar a
las fuerzas del
mal).
VERSÍCULOS 6b-7: Y LLAMÓ Á
LOS DOCE
Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando.
7 Y llamó á los doce, y comenzó á enviarlos de dos en dos: y les dio potestad
sobre los espíritus inmundos.
“Y
rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando” (v. 6b). Acepta el rechazo y deja
atrás a los que le han rechazado, y continúa su ministerio en otro lugar – esto
es un buen modelo para la iglesia de hoy.
“Y
llamó á los doce” (v. 7a). “Marcos no menciona la existencia de un grupo más
grande de mathetai (discípulos) parecido al de los 70 (72) misioneros
en Lucas 10:1” (France, 247). Marcos se refiere a estos doce como “apóstoles”
cuando regresan a contarle a Jesús de su misión en 6:30 – ésta es la única vez
que Marcos utiliza la palabra “apóstoles” en este Evangelio.
“Y
comenzó á enviarlos (apostellein) de dos en dos” (v. 7). La palabra
“apóstol” viene de la palabra apostellein, que significa “mandó.”
En Mateo 10:1-42 y Lucas 9:1-6 hay relatos
paralelos – también, el relato de la comisión de los setenta en Lucas 10:1-16.
Estos relatos varían poco, lo cual es de esperar de historias con orígenes en
la tradición oral.
Jesús manda los doce de dos en dos. Esta
estrategia es poderosa por tres razones:
- 1. Un
compañero da fuerza – “Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas
¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
(Eclesiásticos 4:10). No solo se protegen uno al otro del peligro físico, sino
que también se proporcionan compañía agradable y se alientan uno al otro en
circunstancias difíciles.
- 2. La existencia de una segunda persona se
presta a la credibilidad. Deuteronomio 15:19 requiere dos o tres testigos para
poder culpar a una persona de un crimen, porque un solo testigo es más apto a
hacer un error. Por la misma razón, un testigo tiene menos credibilidad que dos
– esto es importante al momento de mandar a los discípulos a dar testimonio.
Jesús les podría haber mandado en grupos de tres, pero generalmente dos
personas son más efectivas que tres. En un grupo de tres, dos de ellas a menudo
formarán una relación sin aceptar por completo a la tercera.
- 3. Un compañero engendra responsabilidad. Es
menos probable que una persona caiga en tentación cuando va acompañada.
“Y
les dio potestad sobre los espíritus inmundos” (v. 7). Marcos no menciona la
enseñanza, que ha sido un componente importante del ministerio de Jesús. El
énfasis para los discípulos en este viaje en particular es predicar (v. 12),
expulsar demonios, y sanar a los enfermos (v. 13).
VERSÍCULOS 8-11: Y LES MANDÓ
QUE NO LLEVASEN NADA PARA EL CAMINO
8 Y les mandó que no llevasen nada para el
camino, sino solamente báculo; no alforja, ni pan, ni dinero (griego: chalkon
– la moneda de cobre más pequeña) en la bolsa; 9 Mas que calzasen
sandalias, y no vistiesen dos túnicas. 10 Y les decía: Donde quiera que entréis
en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí. 11 Y todos aquellos que no os recibieren ni os
oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en
testimonio (griego: marturion – testimonio, testigo – de aquí viene
nuestra palabra ‘mártir’) á ellos.
“Y les
mandó que no llevasen nada para el camino” (v. 8). Jesús les dice a los doce
que no lleven nada más que un báculo y unas sandalias – ni pan, ni alforja, ni
dinero, solo una túnica. Jesús no solo prohíbe cosas frívolas, sino también
cosas esenciales. Sus requisitos van más allá de la simplicidad hasta llegar a
una fe desbordada. Los discípulos han de proceder sin la preparación adecuada,
confiando que la gente les muestre hospitalidad y, más que nada, confiando que
Dios proveerá por sus necesidades.
Jesús no es ningún ascético – personas le han
llamado borracho y glotón (Mateo 11:19; Lucas 7:34) – y no requiere que sus
discípulos tampoco lo sean. Sin embargo, sí requiere fe, y empezar una travesía
sin provisiones es un profundo acto de fe.
Hay varios paralelos con el Éxodo:
- 1. Las
instrucciones de Jesús a los doce son muy parecidas a las de Dios acerca de la
oveja de la Pascua: “Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros
zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano” (Éxodo 12:11).
- 2. Que los doce no lleven pan es una
instrucción similar a la que dio Dios a los israelitas acerca del maná. Debían
confiar que Dios les proveería el maná diario, cogiendo solo un gomer de maná
por persona cada día, sin guardar nada de ello para mañana (Éxodo 16:16-19).
- 3. Que no lleven dinero se parece a los
problemas que experimentaron los israelitas al robar oro de los egipcios para
los preparativos de su viaje (Éxodo 3:22). Aunque el oro servía de adorno para
el Tabernáculo, causó su caída al persuadir a Aarón que hiciera una vaquilla
dorada (Éxodo 32).
“Lo
más probable es que Marcos esté implicando que la misión de los discípulos es
una participación en el nuevo éxodo inaugurado por Jesús... Los Doce no
necesitarán las cosas normales para un viaje, porque estarán entrando en esta
obra divina de liberación escatológica, y el Dios del éxodo y de Jesucristo les
mantendrá por el camino” (Marcus, 389-390).
“Donde
quiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí” (v.
10). Esta orden tiene dos propósitos: Primero, evita que haya malos
sentimientos entre dueños que puedan avergonzarse si los discípulos se van de
su casa en busca de mejor alojamiento. Segundo, evita que los discípulos se
dejen distraer por su comodidad física.
¿Hasta que punto se pueden aplicar estas
prohibiciones a los discípulos de hoy?
¿Requiere Cristo de nosotros esta misma libertad
de posesiones?
- Por un lado podemos decir que no. Jesús da
estas direcciones a discípulos involucrados en un ministerio particular de
corto plazo. También, su ambiente es bastante diferente – hospitalidad judía
mandaba que aldeanos recibieran y proveyeran por los que viajan. “Cuando un
forastero entraba en la aldea, no era su deber buscarle hospitalidad; era la
obligación de la aldea ofrecérsela” (Barclay, 144). Hoy día no existe ninguna
obligación parecida en la mayoría de lugares, por lo tanto, debemos estar
preparados para proveernos nuestras propias necesidades mientras viajamos.
- Por el otro lado podemos decir que sí. Las
instrucciones de Jesús requerían que los discípulos se fijaran en su misión en
vez de su comodidad personal. Jesús les llamó para cumplir un gran propósito, y
no debían distraerse con cosas tan triviales. Esto traspasa el tiempo. “En este
sentido, los de la iglesia americana del siglo XX necesitamos arrepentirnos
primero para después poder proclamar el arrepentimiento a los demás de una
manera efectiva.
- El ejemplo de la iglesia del Nuevo Testamento
es útil aquí. Brooks anota que no hay indicación de que Pablo observara las
mismas restricciones que Jesús les dio a los doce. “De todos modos existen unos
principios básicos en una misión que son relevantes en cualquier edad, como
simplicidad de vida y estar contento con las provisiones. Muchos misioneros
modernos, en toda su afluencia, se han olvidado de estas cosas” (Brooks, 102).
Esta tensión nunca se resuelve fácilmente. ¿Se
mejora el ministerio porque el pastor tiene un coche – y un ordenador – y una
biblioteca profesional? ¡Seguramente sí! ¿Se mejora el ministerio con una
congregación que goza de un bonito edificio para su iglesia? ¡Seguramente! ¿Se
convierten a veces estas cosas en metas por si, distrayéndonos de nuestra
misión? ¡Claro que sí! ¿Cómo podemos dirigir el ministerio de la iglesia sin
presupuestos o contratos de compensación pastoral para distraernos?
¡Por medio de la oración y la vigilia constante!
“Sacudid el polvo que está debajo de vuestros
pies, en testimonio á ellos” (v. 11). Judíos que regresaban de territorios
paganos se sacudían el polvo pagano como gesto de limpieza y desprecio. Cuando
los discípulos se sacuden el polvo de una aldea poco receptiva, declaran que
esa aldea es pagana – y anuncian la sentencia de Dios sobre esa aldea – lavándose
las manos de cualquier otra responsabilidad relacionada con esa aldea (Guelich,
322-323). El gesto sirve de aviso a los aldeanos que ofenden y libera a los
discípulos para poder moverse hacia tierras más fértiles. Su responsabilidad es
la fiel proclamación – no el éxito.
VERSÍCULOS 12-13: Y ECHABAN
FUERA MUCHOS DEMONIOS.
12 Y saliendo, predicaban que los hombres se
arrepintiesen. 13Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite á muchos
enfermos, y sanaban.
Los
discípulos van a donde les mande Cristo y hacen lo que Cristo les mande hacer.
No son grandes hombres, pero sí cumplen grandes cosas en nombre de Cristo. Como
Juan Bautista (1:4) y Jesús (1:15), ellos predican el arrepentimiento (v. 12).
Como Jesús, echan fuera demonios (1:25-26, 34, 39, 5:1-13). Como Jesús, curan a
los enfermos pero, no como Jesús, ungen con aceite. Al escribir este Evangelio,
ungir con aceite es un ministerio regular de la iglesia. Santiago pide ungir a
los enfermos, pero dice que es la fiel oración la que les salva (Santiago
5:14-15).
VERSÍCULO 30: LOS
APÓSTOLES LE CONTARON A JESÚS.
30Y los apóstoles se juntaron con Jesús, y le
contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
Éste es un relato bastante simple de lo que los
discípulos le cuentan a Jesús, y no da ninguna explicación de sus dificultades
ni sus logros. Cierra la historia de la misión de los discípulos. También sirve
para cerrar un paréntesis (las instrucciones que Jesús da a los discípulos para
su misión abren el paréntesis) de la historia de la muerte de Juan Bautista. La
historia de la muerte de Juan es, por lo tanto, una historia situada dentro de
la historia de esta misión.
------------------------------
BIBLIOGRAFÍA:
Barclay,
William, Gospel of Mark (Edinburgh: The Saint Andrew Press, 1954)
Brooks,
James A, The New American Commentary: Mark (Nashville: Broadman Press, 1991)
Brueggemann,
Walter; Cousar, Charles B.; Gaventa, Beverly R.; and Newsome, James D., Texts
for Preaching: A Lectionary Commentary Based on the NRSV -- Year B (Louisville:
Westminster John Knox Press, 1993).
Craddock,
Fred B.; Hayes, John H.; Holladay, Carl R.; Tucker, Gene M., Preaching Through
the Christian Year, B (Valley Forge: Trinity Press International, 1993)
Edwards,
James R., The Gospel According to Mark (Grand Rapids: William B. Eerdmans
Publishing Co., 2002)
France,
R.T., The New International Greek Testament Commentary: The Gospel of Mark
(Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 2002)
Geddert,
Timothy J., Believers Church Bible Commentary: Mark (Scottdale, PA: Herald
Press, 2001)
Grant,
Frederick C. and Luccock, Halford E., The Interpreter's Bible, Vol. 7
(Nashville: Abingdon, 1951)
Guelich,
Robert A., Word Biblical Commentary: Mark 1 - 8:26 (Dallas: Word Books, 1989)
Hare,
Douglas R. A., Westminster Bible Companion: Mark (Louisville: Westminster John
Knox Press, 1996)