viernes, 16 de septiembre de 2011

SERMON- LA VISION DEL CORDERO II- ESTUDIOS DE APOCALIPSIS- POR PASTOR CESAR BARRIOS.

“LA VISION DEL CORDERO” II

Apocalipsis 5:5-8



Introduccion:
        Isaías tiene el privilegio de ver en profecía cuando la maldición de la tierra sea quitada y el paraíso sea recobrado; el día cuando el desierto florezca, cuando el lobo more con el cordero; cuando el león y el buey pasten juntos, y el niño de pecho juegue sobre la cueva del áspid, cuando el recién destetado extienda su mano sobre la caverna de la víbora; Isaías usa esos términos para describir una tierra restaurada, una tierra donde la maldición ya no existe, y cuando la vida vuelva a ser larga, cuando alguien muera de 100 años, morirá como recién nacido; el diablo será encadenado, se le sacará del cuadro, habrá paz por todos lados, la verdad y la gloria de Dios llenará la tierra y Jesucristo gobernará con vara de hierro y toda rodilla se doblar y toda lengua confesara que Jesucristo es el Señor.
         El ser humano ha soñado con el mundo perfecto, un mundo de paz, de amor, de justicia, siempre ha soñado con esa utopía; un mundo sin heridas, un mundo inofensivo; un mundo donde el temor será innecesario y el gozo abunde; pero no importa cuanto sueñe acerca de ese mundo, cuanto se planifique,  no importa cuantas instituciones se creen, se funden tratando de realizar ese mundo, la situación mundial solo empeora cada día, mas sucio, mas contaminado, mas injusticia, mas enfermizo, y la pregunta final es esta: ¿Quién puede quitar la maldición, y restaurar el paraíso perdido y traer ese mundo de sueño y utopía?; hay solo una persona que puede y tiene poder de hacerlo, y es la persona principal de Apocalipsis 5.

I.- PARECE SUPERFICIAL DECIR QUE APOCALIPSIS 5 PRINCIPIA DONDE APOCALIPSIS 4 TERMINA; PERO TIENE UN SIGNIFICADO MUY IMPORTANTE.
       En Apocalipsis 4:1 Juan es tomado al cielo, y al instante estaba en el Espíritu, y vio un trono establecido en el cielo y uno sentado en el trono; fue tomado de manera instantánea.
Y la visión del trono de Dios que tiene en Apocalipsis 4 es el mismo escenario de Apocalipsis 5; estamos en la misma localidad, el trono sigue siendo central, los querubines, los cuatro seres vivientes.
Allí están los veinticuatro ancianos, los diamantes y el resplandor del cielo, los relámpagos y truenos siguen brotando, y toda la alabanza y adoración a Dios siguen siendo la misma.
Y Apocalipsis 5 solo añade una nueva acción, nueva dinámica; una personalidad central es introducida en esta porción; nada disminuye, solo se añade más acción, alabanza y ciertas cosas importantísimas.
       La nueva dinámica y la nueva personalidad central y determinante; en Apocalipsis 5 Dios empieza a  mover toda la historia hacia su etapa final, lo mete en la recta final. Lo primero que se presenta es a Dios teniendo en su mano derecha un rollo, escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Este es el título de propiedad del universo, Dios lo tiene, es quien lo posee
      Es el documento oficial que le da a Dios la autoridad de posesión; no solo por derecho legal sino por derecho de creación. El documento tiene un resumen fuera, pero el contenido en si se nos dará a conocer.
       Principiando en Apocalipsis 6, cuando el Cordero empieza a romper sello por sello, donde se describe no EL PORQUE el universo le pertenece a Dios, SINO COMO el universo será recobrado por Dios.
      Esta clase de documento generalmente describen el porque las personas tienen derecho de posesión; pero este documento es diferente porque no contiene el PORQUE, sino COMO será la reposición.
      El titulo de propiedad sigue estando en manos de Dios; ese pequeño rollo que está en las manos de Dios y contiene el método, la forma, los juicios por los cuales Dios volverá a entrar en posesión de la tierra.
        Y como será restaurado a condición de paraíso una vez más. Pero la pregunta es: Dios tiene ese rollo en sus manos, ¿Pero quién es digno de ponerlo en acción?
¿Quién tiene la suficiente capacidad y poder para realizar ese plan? ¿Quién tiene la autoridad moral, ética e intelectual para ejecutarlo? De manera que el primer aspecto que cubre este pasaje es:
       LA BÚSQUEDA POR EL DIGNO; Apocalipsis 5:2 ¿Quién es digno  de abrir el libro y de desatar sus sellos?”; Juan llora porque quiere ver un mundo cambiado, quiere que el pecado sea eliminado.
       Juan llora porque quiere que las condiciones de odio y de maldad cambien, quiere a Satanás atado, a Israel salvo,  que Jesucristo sea exaltado, quiere que todas las promesas sean cumplidas.
       Pero no hay nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra que pudiera abrir el libro, ni aún mirarlo; Juan lloraba mucho, pero sus lágrimas eran innecesarias.
Apocalipsis 5:5 “Uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”; tus lagrimas son innecesarias Juan. Aquí nos movemos a la “Búsqueda, a la elección del Digno”.
     Juan sabe que Jerusalén ha sido destruida, que el judaísmo mató al Mesías, que la iglesia ha sido perseguida, que no había gobernante que defendiera la iglesia, que todas las cosas iban mal para la Iglesia.
     Juan sabía que no había nadie que cambiara esta situación, el dominio del Imperio Romano era enorme, su influencia y poder demasiado grande,  y la iglesia se veía desamparada, y desposeída.
     La Iglesia tenía que seguir sufriendo. Juan miraba el panorama muy oscuro; no se miraba esperanza para la iglesia, por eso es que Apocalipsis tiene este carácter pastoral.
       En medio de toda esa situación, se esperaba un mensaje de esperanza; y Apocalipsis 5:5 el anciano llama la atención de Juan en una persona que emerge, que sobresale; y señala al León que es de la tribu de Judá.

II.- EL LEON DE LA TRIBU DE JUDA ES TITULO MESIÁNICO; GEN. 49:8 “JUDA, TE ALABARAN TUS HERMANOS, TU MANO EN LA CERVIZ DE TUS ENEMIGOS...
     “...Y los hijos de tu padre se inclinarán a tí...”, Cachorro de león, Judá...no será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él se congregaran los pueblos”.
   Judá es león, y producirá un León, que es el nombre con que se conoce el Mesías, por su ferocidad; habla de un León de un poder fuerte, amenazador, destructivo y de una personalidad mortal.
     Los judíos esperaban a un León, que viniera a destruir a los romanos, al poder invasor, que a los paganos; y esto es en parte porque mataron a Jesucristo, porque no se parecía en nada al León de Judá.
     No había ferocidad en Jesucristo, al contrario, insistía en sanidad a todos, perdón, no hacer nada que mostrara agresión política o bélica; porque según lo esperaban ellos, era un León que vendría en terror. No notaron nada de eso en Jesucristo; no vieron nada de ferocidad en Jesucristo. Pero ese León esperara el momento oportuno, Jesucristo es nacido para ser León de Judá, y ese día ha llegado, está en Apoc. 5.
       Pero también se le llama “La raíz de David”; es otro titulo mesiánico; Isaías 11:1 “Saldrá una vara del tronco de Isaí y un vástago retoñará de sus raíz y reposará sobre El, el Espíritu de Jehová”.
“Juzgará con justicia a los pobres y argüirá con equidad por los mansos de la tierra, y herirá a la tierra con la vara de su boca”; todo judío esperaba el cumplimiento de esta profecía.
      Esperaban la manifestación de esta persona carácter, y cuando la raíz de David se manifieste, vendría con fuerza, con la vara de hierro, en destrucción y devastación; y a los malos sometería a su autoridad.
     Y efectivamente, Jesucristo vino de la línea de David por la dos líneas, de la línea de María y de José, ambos de la línea de David; la genealogía de José dada en Mateo 1, y la de María en Lucas 3.
      Marcos también señala claramente que Jesucristo nació del linaje de David, es la raíz correcta, y en Apocalipsis 22:16 Jesucristo mismo afirma “Yo soy la raíz y el linaje de David”.
     La profecía de Isaías es asociada con destrucción, devastación, y el establecimiento de su Reino con fuerza, y como se anticipaba al Mesias viniendo en esa imagen de imposición.
Pero no aceptaron a Jesucristo como Mesías, porque Jesucristo no vino haciendo todo lo anunciado por Isaías, lo desconocieron y lo rechazaron.
       Por un momento lo proclamaron Rey en el domingo de palmas, le gritaron “Hosanna en Hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Señor”; pero inmediatamente lo crucificaron.
      La última imagen que deja no es de victorioso, sino con apariencia de victima. Jesucristo nunca ejerció su poder, sino que le vieron como juguete en manos de los romanos y de las autoridades judías.
     Y esto es no es lo que esperaban del Mesías, este no es el Rey que esperaban, no es el de sangre azul. Lo mataron porque no actuó como León, como el Mesías anticipado en la profecía de Isaías.
     Pero en Apocalipsis 5 Jesucristo tiene otra presentación, “El León de la tribu de Judá, la raíz de David”; ahora se mueve, ahora actuará como León, como Rey, como monarca, vendrá en furia.
      Actuara ferozmente, vendrá en juicio contra las naciones del mundo para establecer su reino permanente, el anciano le dice en Apocalipsis 5:5  “Ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”.
     Y no es otro que Jesucristo, El es el que tiene el poder de destruir, de hacer juicio, tiene todo el poder moral, espiritual, intelectual, tiene toda la capacidad requerida.


III.- EN SU PRIMERA VENIDA, JESUCRISTO PUDO HABER DESMOTRADO EL CARÁCTER DE LEON, PUDO HABER PELEADO CONTRA SUS CAPTORES.
    “SI quisiera, oraría a mi Padre que envíe una legión de ángeles”; pero había que hacer algo primero, había que vencer el pecado, al demonio, la muerte, y eso no había tenido lugar.
     Cuando Cristo se movía hacia la cruz, dijo “Juicio ha venido a este mundo, el príncipe de este mundo será echado fuera”, Jesucristo sabía que lo que había empezado en la cruz, lo terminaría en el futuro.
     Juan 14:30 “Ya no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada contra mi”; 16:11 “Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo es juzgado”.
     Jesucristo anticipa la derrota de Satanás en la cruz, Jesucristo sabía que antes de establecer su reino, tenía que librar un combate mortal con el usurpador.
    De acuerdo a Hebreos 2, Satanás es el que tenía el poder de la muerte, por medio de lo cual mantenía al ser humano atado, es el que ha estado señoreándose del mundo.
      Por la muerte en la cruz y por la resurrección Jesucristo ha vencido; la sentencia se ha establecido, y el que ha dominado le ha sido roto el poder, el juicio se ha establecido sobre de el.   Jesucristo tenía que hacer esto primero, vencer al diablo y sus demonios, conquistar la muerte, por eso el anciano le dice a Juan “HA VENCIDO”.
     Colosenses lo pone de una manera maravillosa: “Nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha traslado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención y perdón de los pecados”.
    Juan sabe que Jesucristo “ha vencido”, usa innumerables veces esta palabra, y en las cartas a las Iglesias, Apocalipsis 2 y 3 “Venciere”.
     Colosenses 2:13 “Y a vosotros estando muertos en pecados y en la incircunsición  de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados”.
     Si El venció, nosotros hemos vencido, y todas las acusaciones fueron clavadas en la cruz, y este es el triunfo de la cruz; NO PODIA SER EL LEON, SIN ANTES HABER SIDO EL CORDERO.
Juan sabe a QUIEN está buscando, y no es decepcionado, Apocalipsis 5:6 “Y miré, y he aquí en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un cordero como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra”.
     En medio de la formidable visión de Apocalipsis 4, del mar de vidrio, en medio de ese trono, y de los seres vivientes, de los veinticuatro ancianos, de los relámpagos y truenos.
     Y en medio de toda la adoración y alabanza, en medio de todo eso VIO UN CORDERO COMO INMOLADO; no cabe duda que Juan buscaba al León, al Rey.
Se confunde, porque ve que hacia el trono se mueve un Cordero; pero no es cualquier cordero, es un cordero pequeñito, niño, y esto es de acuerdo a la Escritura; el corderito pascual.
    A la pascua, traían un corderito, debía de ser el mejor, el perfecto; y antes de sacrificarlo, debían de traerlo a la casa por cuatro días, para que se hiciese parte de la familia, que los niños jugaran con él.
    Y después era violentamente muerto; y este es el mensaje que Dios envía, no era un cordero extraño, sino no hubiera sido sacrificio, pero era un animalito con el cual ya se habían familiarizado.
    Convivió con nosotros, vimos su misericordia; su amor, su mano de sanidad; y esto es lo que ve Juan en Apocalipsis 5. La Biblia hay muy pocas referencias a Jesucristo como el Cordero.
       A.T., Isaías 53 es el pasaje clásico, Jeremías 19, pero aparte de esos dos pasajes, no hay referencias especificas a Jesucristo como el Cordero; y en el N.T., antes de Apocalipsis, solo hay cuatro ocasiones.
      Cuatro pasajes específicamente que hablan de Jesucristo como el Cordero, y el más famoso es Juan 1, Juan Bautista señalando a Jesucristo como el Cordero de Dios.
Hechos 8:32 y el más familiar 1ª. Pedro 1:19; 6 veces en toda la Biblia; pero en Apocalipsis se usa 28 veces el termino; en Apocalipsis es clave la expresión.


IV.- EN APOCALIPSIS 5:6 NOTAMOS QUE EL CORDERO ES “EN MEDIO DE LOS ANCIANOS”; ESTA VIVO, ESTA SOBRE SUS PIES, SE ESTA MOVIENDO; AUNQUE FUE INMOLADO.

             Lleva las señales de la muerte de la cruz, pero el Cordero esta vivo; después de su resurrección le mostró las manos y el costado a Pedro y sus amigos, en Juan 21; Después del gran conflicto esta vivo.
     El Cordero tiene heridas de muerte, pero esta vivo; quizás Ud. se pregunte: ¿Este Cordero como inmolado vendrá otra vez a sostener otro combate mortal contra Satanás y sus aliados?
    ¿Vendrá otra vez como Cordero contra el dragón? Porque en Apocalipsis 12 se describe como Dragón; y vendrá ese corderito a enfrentarse a las huestes de maldad, a las fuerzas del Armagedon.
¿No sostendrá otra derrota?; es que Jesucristo nunca fue derrotado en la cruz, y jamás será derrotado; el dominio del pecado ha sido vencido, el de la muerte también.
    Millones de almas han sido trasladadas al reino del amado Hijo, y sacadas del reino de las tinieblas, lo que hizo en la cruz, le costó la vida, pero jamás fue una derrota; y regresará y volverá a triunfar.
    Y nos redimió pagando el precio necesario, Pedro dice que jamás hubiéramos sido rescatados a precio de oro o plata; Jesucristo triunfó sobre el pecado, la muerte, demonios, Satanás y el infierno mismo.
     El Cordero es el León, es el Rey de reyes; es el monarca; y ahora se mueve hacia el conflicto final; Apoc. 5:6 lo describe de una manera interesante, recuerden que es una visión, pero dice:
    “Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios, enviados en toda la tierra”; no requiere mucho esfuerzo saber a que se refiere los “cuernos”, es donde reside la fuerza de los animales.
   En combate se usan los cuernos para infringir heridas al enemigo, los cuernos son señales de fuerza, de poder, y “siete” dice que es un poder, una fuerza perfecta; es un poderoso y majestuoso guerrero. 
    “Siete ojos”, eso habla de conocimiento, entendimiento, el cual es perfecto, nada escapa a su observación, es omnisciencia; entiende, ve, y comprende todo a perfección y sabe que hacer.
    Y tiene el poder de hacerlo; y hay algo más: “Son los siete Espíritus de Dios, enviados por toda la tierra”, y esto se repite por tercera vez: Apoc. 1:4, 4:5 y ahora en 5:6; y esto es plenitud del Espíritu.
    Una vez más, es referencia a Isaías 11, donde se refiere a Jesucristo como el Mesías; es Zacarías 4:2 una vez más; así que una vez mas se menciona la plenitud del Espíritu.
Pero en esta ocasión en referencia de conocimiento, entendimiento PARA JUICIO, no para consolación, o fortalecimiento. En Apoc. 1:4 es con relación a gracia y paz, en Apoc. 4:5 es en proceso de juicio.
      Y en Apocalipsis 5:6 es en busca de los culpables para juicio, y tendrá conocimiento perfecto de las obras de cada uno de ellos; es una forma interesante de presentar al Espíritu Santo.
    Cuando Jesucristo se iba dijo del Espíritu Santo que sería el Consolador, y siempre pensamos que es el ayudador, el fortalecedor, el que sanador, y en otros pasajes es el que convence de pecado.
   Pero no siempre será así, aquí es el ejecutor de juicio, será quien evalué la situación, buscara los pecadores, pero no para convencerlos de pecado, sino para condenarlos, para juzgarlos.
   Y no se les olvide que es el Espíritu de verdad, lo hará todo apegado a la verdad, para que el Cordero se mueva en juicio.
Apoc. 5:7 “Y El vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono”; este es el Cordero, es el acto final de la escena en el trono, Apocalipsis 4:1.
Desde que Juan arribó al trono, esta es la culminación de la historia, el paraíso será restaurado, la maldición será quitada, y el Cordero ha tomado el libro, y aquí esta el momento monumental.
     Daniel 7:13 describe este acto también, con excepción del pequeño libro; presenta como el Hijo del Hombre y el Anciano de días, y se le dio señorío, gloria y poder y todos los pueblos de las naciones y lenguas le sirvieron.

V.- ESTO NOS LLEVA AL TERCE ELEMENTO: 1) VIMOS LA  BÚSQUEDA DEL DIGNO, 2) LA SELECCIÓN DEL DIGNO, 3) Y AHORA, VRS. 8-14 EL CANTO DEL DIGNO.

       Todo el universo al ver este movimiento, prorrumpe en una alabanza universal, y en una ascendente y creciente oratorio, finalmente toda la creación se ve envuelta en una alabanza de gozo.
En Apocalipsis 4 hubo dos majestuosas doxologías, pero en Apoc.  5:8-14 hay tres doxologías, para hacer un total de cinco doxologías de adoración y alabanzas, por la redención que esta por venir.
     Apoc. 5:8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes, los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero”; VEMOS COMO INICIA LA ADORACIÓN, ES ESPONTÁNEA.
     Nadie convoca a la adoración; en cuanto el DIGNO toma el libro, se enciende el gozo y principia la alabanza de manera espontánea. ¿Por qué esta espontaneidad?
     Porque el fin del pecado, de Satanás, de la maldad ha llegado y la sentencia dada a Satanás en la cruz será ejecutada; la gloria de Jesucristo vendrá, el Reino será instaurado.
Jesucristo será honrado y la iglesia será recompensada, claro que hay motivos para la alabanza, claro que esa anticipación es justificada; lo que se esperaba por cientos de años, ahora tiene su cumplimiento.
     En Apocalipsis 4:10 los veinticuatro ancianos se postraron delante del Señor y adoraron, y en Apoc. 5:8 vuelven a postrarse; los veinticuatro ancianos le dan la misma adoración a Jesucristo, que le dieron a Dios.
    La misma adoración que le dan a Dios en Apoc. 4 le dan a Jesucristo en Apoc. 5; si Ud. sugiere que Jesucristo no es Dios, lea Apoc. 4 y 5, y verá que la adoración a Jesucristo, es la misma que se le da a Dios.
   Jesucristo después de haber llevado el pecado del mundo y de haber hecho la redención; fue exaltado hasta lo sumo y se le dio un nombre que es sobre todo nombre, y retomó la gloria que tuvo antes de que el mundo fuese, esa gloria que fue velada durante su encarnación.
    Pablo afirma enfáticamente que Jesucristo fue exaltado a la diestra de Dios, y se le dio un nombre que sobre todo nombre, no solo en esta era, sino en las eras porvenir.
     Además que puso todas las cosas en sujeción bajo sus pies; Dios le exaltó, y ha estado en una posición exaltada y en gloria. Ahora se empieza a mover, y empieza su obra de reinar.
   Jesucristo no es totalmente glorificado, Jesucristo no reina totalmente, ni su gobierno es completo, la promesa en Salmo: 7-8, que es Salmo mesiánico: “mi Hijos eres tú, Yo te engendré hoy; pídeme y te daré por heredad las gentes, y por posesión tuya los términos de la tierra, quebrantarlos con vara de hierro. Como vaso de alfarero los desmenuzarás”.
Dios promete que le dará a Jesucristo el trono, y el llamamiento es “Servid a Jehová con temor y alegraos con temor. Besad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en su camino cuando se encierre su furor”.
    Prepárese para cuando Jesucristo empiece su reino, su gobierno. Hay cuatro cosas que necesitan ponerse en su lugar, cuatro cosas están que están fuera de lugar:
1) La iglesia, debería de estar en el cielo; 2) Israel esta fuera de lugar, deberían de estar en la tierra que se les prometió dar, 3) Satanás esta fuera de lugar, debería de estar en el lago de fuego.
4) Jesucristo mismo no está en su lugar; debería de estar en su trono, ejerciendo su completo gobierno.

Conclusión:
En esta visión empezamos a ver que todas las cosas que están fuera de lugar, empiezan a ser puestas en el lugar en que deben de estar; la Iglesia estará en el cielo; Israel tomará posesión de toda la tierra que se le prometió, Satanás estará en el lago de fuego, y Jesucristo reinará completamente, y todos estos que adoran lo saben, saben lo que sucederá cuando Jesucristo toma el rollo. Empezaremos a describir la alabanza el próximo domingo, mientras tanto hacemos alto aquí. 


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