viernes, 8 de abril de 2011

DOCTRINA "La doctrina de Cristo"

“Doctrinas Bíblicas”
Pastor Cesar  Barrios
LA DOCTRINA DE CRISTO



Introducción

La Persona de Cristo es fundamental en la fe cristiana – el mismo nombre, ‘cristiano’, apunta a ello.  La palabra, ‘cristiano’, significa ‘pequeño Cristo’, y fue uno de los nombres que se dieron (en son de burla) a los creyentes en el primer siglo, por parte de los gentiles.  Los judíos usaban el nombre, ‘nazareos’.  En ambos casos, se entendía bien, que los creyentes somos seguidores de Cristo.  En el primer siglo, como a través de las edades, creyentes han estado dispuestos a morir por la causa de Cristo.  Por ende, la pregunta es fundamental: “¿Quién es Cristo?”


CRISTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Cristo nació en Belén, al comienzo de la era cristiana.  Sin embargo, la Biblia indica que antes de Su nacimiento, Cristo tuvo existencia.  Por ende, la pregunta surge, “¿Dónde está Cristo en el Antiguo Testamento?”   Para algunos es una sorpresa saber que la Persona de Cristo aparece con mucha frecuencia en el A.T.  En realidad, teólogos afirman que todo el A.T. declara la existencia de Cristo.


1. Profecías de Cristo

Desde que Adán y Eva pecaron, Dios anunció la venida de un Salvador (Gén 3:15).  Ese Salvador iba a ser el Señor Jesucristo.   Los grandes hombres de Dios del AT lo esperaban:

EJEMPLOS: Enoc (Judas 14-15))
                      Job (Job 19)
                      Abraham (Gén 22:14; Juan 8:56)

Poco a poco comenzaron a aparecer profecías acerca de la venida de Cristo.  Son demasiado numerosas para citarlas todas; solo mencionaremos algunas de las más importantes:

i.                    Gén 49
ii.                  Éx 12
iii.                Núm 24
iv.                Deut 18
v.                  Salmo 22
vi.                Is 7:14
vii.              Is 9
viii.            Is 11
ix.                Is 53
x.                  Miqueas 5
xi.                Dan 9
xii.              Malaquías 3
2. Símbolos de Cristo

Aparte de las profecías verbales de la venida de Cristo, en el AT abundan imágenes simbólicas de la Persona de Cristo.  Estos símbolos incluyen:

i.                    El cordero que reemplazó a Isaac (Gén 22)
ii.                  El cordero de la pascua (Éx 12)
iii.                Los holocaustos (Lev 1-3)
iv.                El macho cabrío (Lev 16)
v.                  El profeta Moisés (Deut 18)
vi.                El sumo sacerdote Aarón
vii.              El rey David (2 Sam 7)


3. Manifestaciones de Cristo

Estas manifestaciones se centran en la figura del ‘Ángel de Jehová’.  Entre las principales manifestaciones de esta figura podemos señalar:

i.                    La manifestación a Agar (Gén 16:7-14).
ii.                  La manifestación a Abraham (Gén 18:1-2, 9-15, 16-22; 22:11-18).
iii.                La manifestación a Jacob (Gén 31:11-13; 32:24-30; 48:15-16).
iv.                La manifestación a Moisés (Éx 3:2-6).
v.                  La manifestación a Israel (Éx 14:19-20; 23:20-23).
vi.                La manifestación a Josué (Josué 5:13-15).



CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

El NT comienza con el anuncio del nacimiento de Cristo.  El énfasis está puesto sobre el cumplimiento de las Escrituras (p.e. Mat 1:22-23; 2:4-6; etc.).  Nació de la virgen María, y lo primero que los evangelistas mencionan es Su verdadera humanidad – nació como un simple e indefenso bebé.  Sin embargo, ciertos detalles de Su nacimiento ya apuntaban a un Ser que era más que un simple hombre.  Jesús de Nazaret es presentado como el Mesías prometido de antaño; el profeta que iba a venir   Sin embargo, también es presentado como una figura celestial y divina.

Jesús murió en la cruz como cualquier otro hombre; sin embargo, Su resurrección destacó claramente Su naturaleza divina.  El evangelio de Juan es el que más énfasis pone sobre Su divinidad.  Este énfasis continúa en el resto del NT. 

Para el fin de la era apostólica, se había enfatizado tanto Su divinidad, que algunos comenzaron a negar la realidad de la humanidad de Cristo.  De este modo surgió el gran debate entre la doble naturaleza de Cristo – divina y humana.


LA DIVINIDAD DE CRISTO

La divinidad de Cristo es un punto fundamental en la doctrina evangélica.    Esta doctrina es frecuentemente atacada, no sólo por las sectas (p.e. los "Testigos de Jehová"), sino también por los teólogos modernistas/liberales.
A pesar de lo que los "Testigos de Jehová" y otros afirman, el Nuevo Testamento enseña repetidas veces la divinidad de Cristo.     Veamos algunos de los pasajes claves:


1. Juan 1:1-18

Este pasaje es muy importante en estudiar la doctrina de Cristo.     Nos enseña varias cosas:


a. La Eternidad de Cristo (v.1a)

En su prólogo, Juan da a Cristo el título "Logos".    Lo primero que Juan dice acerca del "Logos" es: "En el principio era el Verbo" (v.1a).  La palabra "principio" nos hace pensar en Gén 1:1.    Juan está hablando del comienzo de todas las cosas.    Juan dice que en ese momento, Cristo ya tenía existencia.     Cristo no llegó a existir en el principio (como enseñan los "Testigos de Jehová"), sino que ya tenía existencia.    


b. La Comunión de Cristo con el Padre (v.1b)

Desde el "principio" el Verbo no sólo tenía existencia, sino que vivía en una comunión íntima con el Padre.      Juan dice "y el Verbo era con Dios" (v.1b).

En griego hay tres preposiciones que se podrían traducir en castellano "con"

            [1] "meta" - significa "en medio de", "en compañía de" (Mar 1:13).
            [2] "para" - significa "al lado de" (Juan 14:25).
            [3] "pros" - significa "hacia", "en dirección de".    Esta palabra conlleva la idea  de
                                compañerismo o "koinonía" (Mat 13:56).     Esta es la palabra que Juan usa
                                en v.1b.


c. La Deidad de Cristo (v.1c)

Juan termina el primer verso diciendo "y el Verbo era Dios".     En griego el orden de las palabras es al revés: "Dios era el Verbo".

Los "Testigos de Jehová" traducen estas palabras, "y el Verbo era un dios".     Su argumento es que en el griego no aparece el artículo definido; por lo tanto hay que traducir "el Verbo era un Dios".

En respuesta podemos decir dos cosas:

   [1] Juan pone la palabra "Dios" primero porque quiere enfatizar la divinidad de Cristo.

   [2] Juan no usa el artículo definido para no correr el riesgo de que sus palabras sean
         interpretadas como si él estuviese diciendo que el Verbo era la totalidad de Dios, en el
         sentido que aparte del Verbo no había Dios (eso sería una negación del Padre y del Espíritu
         Santo).


d. Cristo es el Creador de Todas las Cosas (v.3)

Génesis afirma que Dios el Padre creó todas las cosas por medio de Su Palabra; Dios HABLO, y las cosas fueron hechas.     Juan aclara el significado de esto, cuando dice que Cristo es el "Verbo" ("Logos") de Dios.


e. Cristo es el "Hijo Unigénito" del Padre (v.14, 18)

La Biblia enseña que todos somos "hijos de Dios" en el sentido de ser CREADOS por El.    Además, los creyentes son "hijos de Dios" en el sentido de haber gozado del nuevo nacimiento.     Pero Cristo es "Hijo de Dios" en un sentido único; por eso, El es el UNIGÉNITO Hijo del Padre.

Cristo no es Hijo del Padre, ni por creación ni por regeneración.     Entonces, ¿en qué sentido es "Hijo"?    Aquí hay un gran misterio; lo único que podemos afirmar es que Cristo es "Hijo" de Dios en el sentido de la relación entre las tres Personas de la Trinidad.

Como "Unigénito Hijo", Cristo comparte la misma gloria del Padre (v.14).


2. Colosenses 1:15-17
           
Este es otro pasaje muy importante para entender la divinidad de Cristo.    Estos versos enseñan cosas parecidas a Juan.    Por ejemplo, que Cristo es eterno (v.17a), el creador de todas las cosas (v.16), y el que sostiene todas las cosas (v.17b).     Pero Pablo añade ciertas enseñanzas nuevas:


a. Cristo es la IMAGEN de Dios (v.15a)

Las palabras de Pablo son paradójicas: ­ ¡Cristo es la imagen del Dios INVISIBLE!     ¿Qué está queriendo decir?     En un sentido, Pablo está diciendo lo mismo que Juan, en Juan 1:18.     Es decir, Cristo vino para revelar al Padre, que de otro modo quedaría "invisible", en el sentido de que nadie lo podría conocer.

La palabra "imagen" en griego es "eikon".      La palabra se usaba de una representación exacta de sí mismo, que un soldado enviaba a sus padres para que se acuerden de él.     Hoy en día la palabra sería "foto"; es decir, una representación EXACTA de alguien.     Por eso Cristo pudo decir a Felipe, "El que me ha visto a mi, ha visto al Padre" (Juan 14:9).


b. Cristo es el PRIMOGÉNITO de la Creación (v.15b)

La palabra en griego es "prototokos".     Los "Testigos de Jehová" toman esta palabra en el sentido de "primero en cronología"; es decir, que Cristo fue la primera creación de Dios.     Pero esto sería una contradicción del v.16, que dice que Cristo creó todas las cosas; aún más, es una contradicción de Juan 1:3.

La palabra "prototokos" a veces tiene el sentido de "primero en rango" (ver Sal 89:27).     El hijo primogénito de los judíos tenía mayor rango que los otros hijos, y autoridad sobre ellos.     Pablo usa el término aquí, no para hablar del momento en que Cristo vino a ser "hijo", sino en Su RANGO como "Hijo".
3. Hebreos 1:1-4

Este es otro pasaje muy importante para establecer la enseñanza bíblica acerca de la divinidad de Cristo.   Una vez más encontramos que el autor habla de Cristo como el que ha revelado al Padre (v.1, 2a), y como el es el Creador de todas las cosas (v.2c).      También habla de Cristo como la imagen de Dios (v.3a), aunque aquí la palabra es "carakter" (que significa la impresión o la huella dejada por algo).

El autor añade una o dos cosas acerca de Cristo:


a. Cristo es el HEREDERO de Todas las Cosas (v.2b)

Dado a que Cristo creó todas las cosas, todo es Suyo.     Sin embargo, Dios el Padre decretó que todas las cosas serían destinadas para Cristo; especialmente en el contexto de Su muerte y resurrección.    

Cristo, como Dios, está tomando control de toda Su herencia (1 Cor 15:24,25), tal como Josué lo hizo en el A.T.     Por toda la eternidad, los reinos de este mundo serán de Cristo (Apo 11:15).


b. Cristo es el RESPLANDOR de la Gloria de Dios (v.3a)

En el A.T. la "Gloria" de Dios era la manifestación visible de Dios (Ex 24:16,17; 40:34,35).      En el N.T. Cristo es la "Gloria" de Dios.     La palabra "resplandor" indica "el brillo que irradia la fuente de luz" (Bruce).    Dios el Padre es la "Fuente"; Cristo es el "Brillo".


4. Pasajes que Declaran la Divinidad de Cristo

Aparte de estos pasajes, hay versos que declaran la deidad de Cristo con mucha claridad.    Simplemente anotaremos algunos de estos: Juan 8:58; 20:28; Rom 9:5; Fil 2:6; Tito 2:13; 1 Juan 5:20


LA ENCARNACIÓN

El diccionario define la palabra "encarnación" en la siguiente manera:

            "Acto misterioso por medio del cual el Verbo Divino tomó carne humana".

Es una palabra teológica que significa la acción de Dios el Hijo en la cual El asumió la naturaleza humana, sin perder Su naturaleza Divina.  Esta es una de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana, y por ende debemos estudiar y entenderla a cabalidad.



1. La Necesidad de la Encarnación

La encarnación fue necesaria para cumplir el plan de Dios de salvar al hombre de sus pecados.     Podemos notar los siguientes puntos:


            [1] Dios había decretado que el castigo por el pecado sería la muerte.    Para salvar al
                   hombre, alguien tenía que morir en su lugar.

            [2] Dado a que el pecado había sido cometido por un ser humano, era necesario que un
                   ser humano llevase la culpa.

            [3] Para que la muerte de ese ser humano sea sustitutoria, tal hombre tenía que ser
                   perfecto y sin pecado personal.

            [4] Dado a que muchos hombres habían pecado, sólo un ser humano infinito podía pagar
                   por tantos pecados.


Estos cuatro puntos hizo necesaria la encarnación.     Un ángel, como tal, no podría salvar al ser humano, dado a que él no tendría la naturaleza humana, y por ende no podría morir.      Por otro lado, un ángel solo no podría pagar por tantos pecados.   

Por lo tanto, fue necesario que Dios mismo tomara la naturaleza humana, para de ese modo poder cargar en Sí mismo todos los pecados de los hombres (Hebreos 2:14-18).


2. La Enseñanza Bíblica Acerca de la Encarnación


Hay grandes misterios acerca de la encarnación del Hijo de Dios.    ¿Cómo fue que Dios asumió la naturaleza humana?    ¿Qué impacto tuvo esto sobre Su divinidad?     ¿En qué sentido era Cristo hombre y Dios a la vez?      ¿Fue la encarnación temporal o permanente?

Para poder contestar estas preguntas tenemos que estudiar la enseñanza Bíblica acerca de la Persona de Cristo.     Hay varios pasajes que son claves para nuestro entendimiento de la doctrina de la encarnación.


a. Mateo 1:20; Lucas 1:35

Estos versos enseñan que cuando María concibió a Cristo, ella era virgen (ver Isaías 7:14).    La concepción no fue producto de una relación sexual, sino que el Espíritu Santo obró en tal manera que un óvulo de Maria fue fertilizado milagrosamente.  Sabemos que fue un óvulo de Maria, y no una creación nueva, porque la Biblia enseña expresamente que el bebé que nació era descendiente de David.    Esto obviamente no sería cierto si el Espíritu Santo simplemente había creado un nuevo ser humano, sin utilizar el óvulo de Maria.

Una de las maravillas, y uno de los misterios de la encarnación, es que desde el momento de la concepción, el Hijo de Dios ya estaba en el feto en toda Su plenitud.       Esto habla de la tremenda humildad de Dios en asumir la naturaleza humana.
Aquí valdría la pena tocar el asunto de Maria como "madre de Dios", tal como lo afirma la Iglesia Católica Romana.     Esta expresión surgió en la Iglesia Primitiva como una reacción contra una enseñanza falsa que decía que en Cristo realmente habían DOS personalidades en un sólo cuerpo.    Según esta enseñanza, la personalidad de Jesús tuvo su origen en Maria, pero la personalidad divina nació de Dios.     Para evitar esta dicotomía acerca de la naturaleza de Cristo, la Iglesia Primitiva utilizó la expresión "madre de Dios", para dar a entender que el Ser que nació de Maria era Dios y hombre a la vez; es decir, Cristo era una sola persona.

Hoy en día, muchos en la Iglesia Católica Romana usan la expresión "madre de Dios" casi en el sentido de que la naturaleza divina de Cristo vino de Maria.     Esto obviamente no es cierto; Cristo ya tenía la naturaleza divina desde la eternidad.     Está naturaleza se unió a la naturaleza humana que el Espíritu Santo produjo milagrosamente en el vientre de Maria.


b. Juan 1:14

Este verso expresa claramente la doctrina de la encarnación.      La palabra "carne" aquí significa "hombre" o "naturaleza humana" (ver Hebreos 2:14; comentario abajo).      Si Juan hubiera escrito "soma" o "antropos", se podría haber mal interpretado estas palabras en un sentido docético (ver notas posteriores).     Juan usa la palabra "sarx" para dar a entender que Cristo no simplemente asumió la apariencia de un hombre, o que el Verbo sólo tomó un cuerpo temporalmente, sino que Cristo asumió en forma permanente una naturaleza humana.


c. Hechos 2:30; Romanos 1:3

Desde los tiempos del Antiguo Testamento Dios había prometido que el Mesías sería un descendiente del rey David (Hch 2:30).     Pablo afirma que en cuanto a Su naturaleza humana, Cristo era descendiente de David (Rom 1:3).


Lo interesante de las dos genealogías de Cristo (Mateo 1 y Lucas 3) es que la línea davídica se traza por medio de José, cuando en realidad el cuerpo de Cristo vino del óvulo de Maria.      La implicancia de lo que Pablo dice en Rom 1:3 es que Maria también era descendiente de David.


d. Romanos 8:3

Aquí Pablo enseña que Dios envió a Su Hijo "en semejanza de carne de pecado".     La palabra "semejanza" ha causado ciertos problemas, porque algunos lo han interpretado en un sentido docético; es decir, que Cristo sólo aparentó tener una naturaleza humana.

Lo que hay que entender es que Pablo está enseñando que era imposible que la ley salvara al hombre, no porque la ley era mala, sino porque el hombre tiene una naturaleza pecaminosa.      Cristo vino a salvar al hombre pecador, y para hacerlo El asumió su naturaleza humana.     Lo que Pablo está diciendo aquí es que Cristo tomó la naturaleza humana tal como es, debilitada por el pecado; pero que no asumió una naturaleza humana PECAMINOSA.     Es decir, cualquier persona mirando a Cristo pensaría que era un ser humano igual que los otros, inclusive con una naturaleza pecaminosa (esta es la idea detrás de la palabra "semejanza").      Obviamente esto no era cierto; a la luz de Lucas 1:35 sabemos que Cristo era totalmente santo.     Sin embargo, la apariencia era que Cristo era un ser humano, común y corriente, y por ende pecador.    Obviamente, la realidad era otra.



e. Gálatas 4:4, 5

Pablo aquí enfatiza que Cristo nació de una mujer.     Es interesante notar que la preposición que Pablo usa no es "dia" (griego), que daría la idea simplemente del mecanismo por el cual Cristo vino al mundo; la preposición es "ek", que significa "desde adentro".     Pablo usa esta preposición para enseñar que Cristo vino desde adentro de Maria, en el sentido de haber obtenido de ella Su naturaleza humana.

También nació "bajo la ley"; es decir, sujeto a la ley.    Cristo obedeció toda la ley de Dios en nuestro lugar.     Esto es algo muy importante en la doctrina de la salvación, aunque poco se menciona en la predicación del evangelio.


f. Filipenses 2:5-8

Estos versos son muy importantes para un buen entendimiento de la encarnación.      Hay tres frases que merecen explicación:


  [1] "siendo en forma de Dios" (v.6)

        No debemos interpretar la palabra "forma" como si Pablo estuviese diciendo que Cristo solo
        tuvo la apariencia externa de Dios; es decir, la silueta de Dios.

        La palabra "morfe", conlleva la idea de "la suma de las características que en su conjunto
        hacen la realidad de [Dios]".    Por ejemplo, reconocemos una espada por ciertas
        características y propiedades externas e internas, que en su conjunto hacen una espada.    
        Este es el sentido en el cual Pablo usa la palabra "forma" aqu¡.

        Es decir, Cristo desde la eternidad tenía todas las características externas e internas que en su
        conjunto lo hacían Dios.     Sin embargo, para el propósito de la encarnación, Cristo estuvo
        dispuesto a tapar, esconder o ocultar algunas de estas características.


  [2] "se despojó a sí mismo" (v.7)

        Estas palabras han sido fuertemente discutidas.   El verbo en griego es "kenoo", que
        significa "vaciar".     Algunos han tomado este verbo como una indicación que Cristo, al
        asumir la naturaleza humana, dejó de ser Dios.     Pero tal interpretación sería una clara
        contradicción de todos los pasajes que afirman que Cristo era Dios, y en especial,
        contradeciría el texto en Col 2:9 (ver adelante).
           
        ¿En qué sentido se ‘vació’ Cristo?     La interpretación correcta de estas palabras es que
        Cristo, como parte de la encarnación, dejó a un lado ciertas manifestaciones o atributos
        externos de ser Dios.     Por ejemplo, cuando la gente miraba a Cristo no veían a alguien que
        parecía ser omnisciente o omnipotente; sin embargo, siendo Dios El realmente lo era.    Es
        decir, al tomar la naturaleza humana, Cristo no dejó de ser Dios; pero sí dejó de aparentar ser
        Dios (a lo menos durante Su vida terrenal).   

        Fue en este sentido que Cristo "se vació".     Tal interpretación encaja muy bien con el
        contexto de Filipenses 2, y lo que Pablo está enseñando acerca de Cristo.
        EJEMPLO: Un rey que se disfraza para andar entre su pueblo, dando dinero a los pobres.    
                            Esto requiere cierta ‘humillación’.  No aparenta ser rey, y no sería reconocido
                            como tal.    Sin embargo, al hacer esto, no deja de ser rey.


  [3] "tomando forma de siervo" (v.7)

        Una vez más, hay que evitar la interpretación que dice que Cristo sólo tomó una apariencia
        de ser hombre.     La palabra "forma" es igual a la que se usa en v.6.      Esto quiere decir que
        en la encarnación, Cristo asumió todos los atributos, y todas las características, tanto
        externas como internas, necesarias para ser hombre.     En otras palabras, Cristo realmente
        vino a ser hombre.
           
           
g. Colosenses 2:9

No hay verso más claro que exprese la enseñanza de que Cristo nunca dejó de ser Dios.     En el cuerpo de Cristo, estuvo presente la suma de lo que significa ser Dios.

Aunque hay detalles que quizá no podamos entender, la enseñanza bíblica no es que Cristo fue un ‘Dios’ limitado.     No; El fue Dios en la totalidad de lo que esto significa.


h. Hebreos 2:14-18

Estos versos amplían la necesidad de la encarnación.     Dado a que eran hombres a quienes Dios quería salvar, Cristo tuvo que asumir la naturaleza humana, en todo sentido de la palabra (pecado aparte, Heb 4:15).     Para poder salvar eficazmente a los hombres, Cristo tuvo que llegar a ser hombre.  Ningún ángel será salvo, porque Cristo no asumió su naturaleza.     


RESUMEN DE LA DOCTRINA EVANGÉLICA DE LA ENCARNACIÓN

El Espíritu Santo vino sobre la virgen Maria, efectuando una concepción milagrosa de un cuerpo humano santo y sin pecado, al cual se unió (en forma misteriosa) toda la plenitud de Dios el Hijo.     Por lo tanto, el bebé que nació era humano y divino a la vez; es decir, tenía una naturaleza humana y una naturaleza divina, en un mismo cuerpo y con una misma personalidad.     Cristo nunca dejó de ser Dios; tampoco dejó de ser hombre después de Su muerte y resurrección.      Es cierto que algunos atributos de la divinidad fueron "velados" durante Su vida terrenal, pero nunca dejaron de ser realidad.



3. Enseñanzas Equivocadas Acerca de la Encarnación

A lo largo de 2,000 años, cristianos han debatido profundamente la doctrina de encarnación.     Durante este debate, no han faltado personas que han formulado una doctrina de la encarnación que ha sido errónea.     Es importante notar estas enseñanzas falsas que han surgido, para evitar caer en la trampa de alguna de ellas hoy en día.     Para el propósito de este curso, sólo podremos ver las principales enseñanzas falsas:

a. El ‘Cristo’ Divino Vino sobre el Hombre Jesús

Esta fue una enseñanza herética que surgió durante el tiempo de los apóstoles.     El apóstol Juan tuvo que luchar contra esta enseñaza, que decía que el "Cristo" divino descendió sobre el cuerpo de "Jesús" el hombre, y permaneció sobre Él hasta su muerte.     Es decir, que Jesús el hombre simplemente se vistió del "Cristo" divino.      El peligro de esta enseñanza era que negaba rotundamente la encarnación, porque negaba la doctrina fundamental que Dios el Hijo asumió una naturaleza humana.

Ver 1 Juan 2:22, donde el apóstol habla de creyentes que decían que "Jesús" y "Cristo" fueron dos personas totalmente diferentes, y que Jesús el hombre no era Cristo, el Hijo de Dios.


b. Jesús fue Sólo un Fantasma

Esta fue otra herejía que se manifestó durante la vida de los apóstoles.    Según esta enseñanza, la persona que anduvo sobre la tierra era el Hijo de Dios, pero que no tenía un verdadero cuerpo humano, sino que sólo aparentaba ser hombre.     La idea era que el cuerpo de Cristo era simplemente un fantasma.

Juan califica de "anticristos" y falsos profetas los que enseñaban esta doctrina de la encarnación (1 Juan 4:2,3).


c. Jesucristo dejó de ser Dios por un tiempo

A la luz de Fil 2:7, muchos cristianos a lo largo de los años han negado que Cristo, durante Su vida terrenal, realmente fuese Dios, en el pleno sentido de la palabra.     Según los que proponen esta enseñanza, en el momento que el Hijo de Dios asumió la naturaleza humana, Él forzosamente tuvo que dejar de ser Dios.

Ya hemos visto que Col 2:9 niega esto categóricamente.


d. Después de Su muerte y resurrección, Cristo dejó Su naturaleza humana

Otros cristianos afirman que después de Su muerte y resurrección, Cristo dejó de tener la naturaleza humana, y volvió a ser sólo Dios.     

Las manifestaciones de Cristo después de Su resurrección niegan esto, porque enfatizan la realidad del cuerpo de Cristo (aunque hay que añadir que ya era un cuerpo espiritual; ver 1 Cor 15:35-54).


Si Cristo realmente dejó de ser hombre después de Su retorno al cielo, entonces lo que leemos en Hebreos 2:14-18; 4:14-16; 7:25 no tiene validez.





e. Jesucristo no pudo pecar

Un punto fuertemente debatido es si Cristo pudo pecar o no.     Algunos cristianos, al enfatizar la divinidad de Cristo, niegan que Cristo pudo cometer algún pecado.    El argumento es que si definimos el pecado como cualquier cosa que va en contra de la voluntad de Dios, Cristo siendo Dios, nunca podría haber ido en contra de Su propia voluntad.

Sin embargo, hay que notar que Cristo realmente fue tentado durante Su vida terrenal (Mat 4:1-12; etc.).     Si Cristo en realidad no podía pecar (por ser Dios), entonces estas tentaciones no fueron genuinas; y si no fueron genuinas, entonces lo que leemos en Hebreos 2:18 y 4:15 no tiene validez.

Lo que debemos entender es que en Su naturaleza divina Cristo no pudo pecar, pero en Su naturaleza humana sí.     Fue en Su naturaleza humana que Cristo fue tentado y venció toda tentación de Satanás.


LOS NOMBRES Y TÍTULOS DE CRISTO

Una persona es conocida por sus nombres y por sus títulos.      Estos indican algo del carácter y la dignidad de la persona.

EJEMPLO: El Presidente de la República.

En el caso del Señor Jesucristo, Sus nombres y títulos no sólo revelan la tremenda dignidad de Su Persona, sino también señalan algo de Su obra.

Veamos a continuación algunos de estos nombres y títulos:


1. "Jesús"

Este es el nombre humano del Hijo de Dios durante Su vida aquí en la tierra.    Es usado casi exclusivamente en los evangelios y en los Hechos.    Fue el nombre dado por Sus padres terrenales (José y Maria), bajo la dirección del ángel (Mateo 1:21; Lucas 1:31).

Mateo 1:21 indica el significado del nombre: "Salvador".    En este caso, Su nombre humano habla de Su obra redentora.

La palabra en castellano "Jesús", viene del nombre en griego "Iesous".    Esta es la forma en griego del nombre hebreo "Jeshua" (= "Josué").     La raíz de este nombre es un verbo en hebreo ("yosia"), que significa "él salvará".


Josué era uno de los grandes héroes de la nación judía en el A.T.      Bajo su liderazgo, Dios concedió a Israel la toma de la Tierra Prometida.    Ahora en la encarnación de Su Hijo, Dios está haciendo una mayor obra; salvando a Su pueblo del pecado (Juan 1:29), y concediéndole la entrada a la vida eterna (Juan 10:10; 17:1-3).      La "salvación" que Josué concedió a Israel no fue perfecta ni completa (Hebreos 4:8-10).     El Hijo de Dios es el Salvador Perfecto.


2. "Cristo"

Este es el nombre més común en las epístolas para hablar del Hijo de Dios en Su encarnación (frecuentemente en combinación con "Jesús").

El nombre en castellano viene del nombre en griego "Christos", que significa "el ungido".      Este es un título más que un nombre.      El trasfondo del nombre "Christos" en griego es el título hebreo "Mesías", que también significa "ungido", y que se encuentra frecuentemente en el A.T.     Ver Daniel 9:25, 26; y comparar Juan 1:41; 4:25.


En el A.T. las siguientes personas eran ungidas:

            [1] El sacerdote (Lev 4:3; 8:12).
            [2] El rey (1 Sam 10:1)
            [3] El profeta (1 Rey 19:16)

El aceite con que se ungía representaba el Espíritu Santo, quien era concedido a estas personas para ayudarles a cumplir su función de servir a Dios en estos cargos.


Cristo es el "Ungido" por excelencia porque El cumplió cada una de estas funciones.     Además, varios pasajes del A.T. hablan de la venida de un siervo de Dios quien sería ungido con el Espíritu Santo (Is 42:1; 61:1).


Para el primer siglo, los judíos estaban esperando ansiosamente la llegada del "Mesías".     El problema era que habían diferentes expectativas en cuanto al Mesías que esperaban.     La gran mayoría esperaban un Mesías político; es decir, un gran guerrero, descendiente de David, quien vendría para liberar a los judíos del yugo romano.


Cristo vino como el Mesías prometido (Juan 4:25,26; Mateo 16:13-17).     Sin embargo, dado a las expectativas mesiánicas corrientes en el primer siglo, Cristo tuvo que tener cuidado con identificarse como el Mesías, para no generar una idea falsa acerca de Su misión.     Por eso en varias oportunidades Cristo ordena a Sus discípulos a no usar este título (Mat 16:20), y se escapa de la muchedumbre, cuando nota que ellos están en peligro de mal interpretar Su misión (Juan 6:14,15).


3. "Hijo de David"

La relación entre el Mesías y el "hijo de David" viene de la promesa hecha por Dios a David en 2 Sam 7:16.      Los profetas hablaron en varias oportunidades de un reino que sería establecido en los últimos tiempos, sobre el cual reinaría un descendiente de David (Is 9:6-7; Jer 30:9; etc.).       Ver Lucas 1:32,68-69.

Durante Su vida, muchos reconocieron a Jesús como el "Hijo de David" (Mat 9:27; 15:22), por los milagros que hacía (Mat 12:22,23).     Para los judíos, el "hijo de David" sería simplemente un ser humano, sobre quien el poder de Dios reposaría.     Sin embargo, en base al Salmo 110, Jesús hizo ver que el "Hijo de David" profetizado en el A.T. sería más que humano (Mat 22:41-45).
4. "Hijo del Hombre"

Este es uno de los títulos más significativos y a la vez más misteriosos en todo el N.T.      Lo interesante de este título es que sólo Cristo lo usa; era Su nombre preferido para hablar de Sí mismo.


Los estudiosos han debatido a fondo el significado de este título, y no es posible en nuestro curso profundizar este tema.      Sería suficiente reconocer que en el A.T. este título se encuentra en varios lugares:

            [a] Salmo 8:4-6, donde se usa la expresión "hijo de hombre" para hablar del ser humano
                   como una creación más débil que los ángeles.

            [b] Salmo 80:17-19, donde la referencia es al rey (descendiente de David), y quizá al
                   Mesías.

            [c] Ezequiel, donde es el título que Dios usa para hablar al profeta Ezequiel, dando a
                   entender su humanidad (2:1,3, etc.).

            [d] Daniel 7:13, donde se usa de un Ser celestial, que tenía la forma de "hijo de hombre".


Algunos estudiosos afirman que cuando Cristo usó este título, sólo estaba queriendo hablar de Sí mismo como un ser humano, con todas las debilidades que eso implicaba (ver Sal 8:4-6).     Más probable, es que Cristo usó este título en un doble sentido.     La gran mayoría, al escuchar este título, entenderían que Cristo estaba refiriéndose a Sí mismo como un ser humano, y usando este título como una forma elegante de decir, "yo".     Mientras que los que creían en El, entenderían que se estaba refiriendo a Sí mismo como el Ser celestial de Daniel 7:13.


Lo interesante es cómo Cristo usó este título.    A veces lo usó en el contexto de hablar de Su misión terrenal (Mat 9:6; 11:19; 12:8; etc.).     También lo usó para hablar de Su misión redentora, que implicaba gran sufrimiento (Marcos 8:31; Mat 17:9,12; etc.).      Finalmente debemos notar que el Señor usó este título para hablar de Su obra al fin del mundo (Mat 16:27; 24:30; etc.).

El Señor prefirió utilizar este título, en vez de "Mesías", porque se prestaba para menos malas interpretaciones.     Todos estaban esperando el Mesías, y tenían ciertas ideas acerca de lo que haría el Mesías cuando viniera.     Nadie, o pocos, estaban esperando la venido de un "Hijo de Hombre", y por ende el Señor pudo usar este título y darle el contenido que El deseaba.


5. “Siervo

Marcos 10:45 relaciona los títulos "hijo del hombre" y "siervo".     Una vez más, es el A.T. que nos da el trasfondo de este título, y explica su uso en relación con la Persona de Cristo.

En el A.T., los grandes líderes del pueblo de Israel eran llamados, "siervos de Dios", o "Mi siervo" (Josué 1:2; etc.).     Más importante, la profecía de Isaías habla de la venida de un "Siervo" especial (Is 42:1-4; 49:1-6; 50:4-9; 52:13 - 53:12).      En esta manera, el "Mesías de Jehová" es identificado con el "Siervo de Jehová".    Cristo es a la vez el "Siervo" líder del pueblo de Dios (Hebreos 12:2), y el "Siervo" redentor del pueblo.

Lucas, en el libro de Hechos, muestra que los primeros cristianos reconocieron que el Señor era el "Siervo de Dios" (Hch 3:13,26; 4:27-30).     NOTA: en estos pasajes la palabra "hijo" es "pais" en griego, que puede significar "siervo" (ver Hch 4:25, donde RV traduce "pais", "siervo", en hablar de David).


En Fil 2:6,7 Pablo enseña que Cristo, siendo Dios mismo, tomó la "forma" (= "característica esencial") de un siervo.    El contexto del sufrimiento de Cristo relaciona este pasaje con Isaías 53.


6. “Profeta

En Deut 18:15, Dios había prometido que un día Él enviaría otro profeta semejante a Moisés (ver Hch 3:22; 7:37).     Al fin del A.T., el profeta Malaquías habló de la venida del "profeta Elías, antes que venga el día de Jehová" (Mal 4:5).

Estas dos palabras proféticas del A.T. fueron la base para la expectativa en los tiempos de Cristo de la venida de un profeta especial.    Por eso cuando Juan el Bautista apareció, muchos pensaron que él era este profeta especial (Juan 1:21,22).     Juan lo negó rotundamente, afirmando que otro vendría después de él, quien sería el "Profeta" de los últimos tiempos.

El N.T. enseña que Cristo vino como el cumplimiento de estas profecías.    Durante Su vida muchos pensaron que El era el "Profeta" (Mat 16:14).

Cristo fue el "Profeta" de Dios en varios sentidos.     En primer lugar, Él vino para traer la revelación de Dios (Hebreos 1:1,2; ver Juan 1:18).    Cristo tuvo un ministerio de enseñar y predicar la palabra de Dios, tal como lo hicieron los grandes profetas del A.T.     Él hizo muchos milagros, y al final fue perseguido hasta la muerte por los líderes judíos apostatas.   

Mateo, en los primeros capítulos de su evangelio, presenta a Cristo como otro Moisés (amenazado por Herodes cuando era bebe, saliendo de Egipto, 40 días de ayuno en el desierto, las "Bienaventuranzas" en el monte, etc.).


7. “Sumo Sacerdote

Uno de los personajes misteriosos del A.T. es Melquisedec (G‚n 14:18), quien es llamado "sacerdote del Dios Altísimo".     El Sal 110:1-4 relaciona el rey davídico con Melquisedec.     De este modo, se relacionó la figura del Mesías con el Sacerdote.     Podemos notar como durante Su vida Cristo aplicó este Salmo a Su Persona (Marcos 12:35-37).

El libro de Hebreos desarrolla este paralelo entre Melquisedec y Cristo (Heb 7).    Pero aun antes de esto, el autor de Hebreos ya había hablado de Cristo como sumo sacerdote (Heb 4:14).

El autor de Hebreos no sólo ve en Cristo un tipo de Melquisedec, sino también ve en Él, el cumplimiento, tanto del sacerdote, como del sumo sacerdote del A.T. (Heb 4:14 - 5:10; 8:1 - 10:25).     Es interesante notar cuanto espacio el autor de Hebreos dedica para describir las excelencias de Cristo como sumo sacerdote ante Dios.

Como veremos posteriormente, el sacerdocio de Cristo habla de Su rol como mediador e intercesor ante Dios.


8. “Señor

Otro título muy importante que el N.T. aplica constantemente a Cristo es "Señor".    La palabra en griego es "kurios".     Es cierto que esta palabra se usaba simplemente como un apelativo respetuoso, tal como se usa la palabra "señor" en castellano.     Pero esta palabra tenía dos usos particulares en el primer siglo que son importantes tomar en cuenta para interpretar bien el sentido de este título cuando se usa de Cristo.

En primer lugar, para los judíos era un título de gran importancia, porque en la Septuaginta (LXX) esta era la palabra que se usaba tanto para traducir el hebreo "adonai", como para sustituir el nombre sagrado, "Jehová".

Es importante también tomar en cuenta que este era el título que se usaba para hablar del emperador.     Por eso llamar a Cristo, "Kurios", era visto por muchos como traición al emperador.


En los evangelios, muchas veces la palabra "señor" se usa de Cristo, pero es un simple término de respeto.     Más importante es cuando la palabra "Señor" lleva el artículo definido ("ho Kurios").    En estos casos, se está reconociendo la autoridad y divinidad de la Persona de Cristo.

Estas referencias son más frecuentes a partir del libro de los Hechos.    Algunos versos que destacan por su importancia son Hch 2:36; 10:36; Rom 10:9; 1 Cor 12:3; Fil 2:11; etc.


9. “Hijo de Dios

Una lectura de los evangelios, especialmente Juan, muestra claramente que Cristo se consideró "Hijo de Dios".  Antes de ver el significado de este título en el contexto del Nuevo Testamento, debemos notar cómo este título se usó en el Antiguo Testamento.      Se usó


            [a] De los ángeles (G‚n 6:1-4).
            [b] De los judíos (Deut 14:1,2; Jer 3:19,20; Oseas 1:10).
            [c] De la nación de Israel (Oseas 11:1).
            [d] Del rey davídico (2 Sam 7:14; Sal 2:7).
Durante Su vida terrenal, el Señor habló de Dios como Su "Padre", dirigiéndose a El con el término "abba" (Mat 11:25-27; 24:36).     El Señor enseñó a Sus discípulos a dirigirse a Dios también como "Padre" (Mat 6:9).     Sin embargo, Juan 20:17 muestra que hay que mantener la distinción entre Dios como "Padre" de Cristo, y Dios como "Padre" del creyente.    El Señor es "Hijo" en un sentido único; por eso El es llamado el UNIGÉNITO Hijo (Juan 1:18).

En el momento de Su bautismo, Dios reconoció públicamente a Cristo como Su "Hijo" (Mat 3:17).      Pero este no fue el momento en que Cristo comenzó a reconocer Su naturaleza de "Hijo" del Padre (ver Lucas 2:48,49).     Es interesante notar que al comienzo del ministerio de Cristo, dos de las tres tentaciones de Satanás tomaron la forma de cuestionar la identidad de Cristo como "Hijo de Dios" (Mat 4:3,6).     Cristo venció esta tentación de Satanás, y fue recompensado posteriormente con otro reconocimiento público de parte de Dios (Mat 17:5).
Mat 16:16 muestra que en la mente de muchos judíos había una relación entre el "Mesías" y el "Hijo de Dios"; es decir, el "Mesías" tenía una relación especial con Dios.   Ver Mateo 26:63ss; Lucas 4:41.

Pero el libro que más resalta la naturaleza de Cristo como "Hijo de Dios" es el evangelio de Juan.    Juan aclara que su propósito al escribir su evangelio, era justamente para comprobar que Cristo es el "Hijo de Dios" (Juan 20:31).     Juan enfatiza que Cristo es el "Hijo de Dios" en un sentido único (Juan 1:14,18; 3:16; etc.).     Varias personas reconocieron que Él era "Hijo de Dios" (Juan 1:34, 49; 11:27).     Juan enfatiza que Cristo fue enviado por el Padre (Juan 3:34; 5:36; etc.), y que la relación entre "Padre" e "Hijo" fue muy especial (Juan 3:35; 5:19,20; etc.).  


Finalmente, debemos notar que cuando Cristo hablaba de Sí mismo como el "Hijo de Dios", Él se estaba poniendo al mismo nivel que Dios, haciéndose igual a Dios.    Los judíos entendieron bien esto (Juan 5:17,18).


10. “Dios

Finalmente podemos notar algunos versos dónde Cristo es llamado específicamente, "Dios".     Dado a que los autores del N.T. eran judíos monoteístas, creyentes en un sólo Dios, no es de sorprenderse que ellos tenían la tendencia de reservar la palabra "Dios" para hablar de la divinidad en si, o de la primera Persona de la Trinidad.     Por eso, aun las pocas veces que hablaron de Cristo como "Dios" son de mucha importancia.

Tomás reconoció que Cristo era "Dios" (Juan 20:28).     En el Prólogo a su evangelio, Juan dijo explícitamente que "el Verbo era Dios" (Juan 1:1).    Pablo usó este nombre para describir a Cristo en Rom 9:5 y Tito 2:13.     Pedro también describió a Cristo como "Dios" (2 Ped 1:1).


LA OBRA DE CRISTO EN LA CRUZ

Podemos dividir la obra de Cristo en las siguientes etapas:

            1. La obra de Cristo antes de Su encarnación.
            2. La obra terrenal de Cristo:

               a. Durante Su vida.
               b. En Su muerte y resurrección.
           
             3. La obra celestial de Cristo.


En esta sección consideraremos la obra terrenal de Cristo.    El Nuevo Testamento pone el énfasis en la obra que Cristo efectuó en Su muerte y resurrección.      Pero antes de entrar en los detalles de esta obra, debemos a lo menos mencionar algo de la obra de Cristo durante Su vida.

Durante Su vida el Hijo de Dios cumplió fundamentalmente TRES obras:


a. La Revelación de Dios

Una de las razones por la cual el Hijo de Dios se encarnó fue para manifestarnos el Padre (Juan 1:18; 14:9).    El Señor nos enseñó acerca de Dios en DOS maneras:


   i. A través de Sus enseñanzas.

      Los evangelios están repletos de enseñanza acerca del carácter de Dios, y de lo que Él exige
      de los hombres (Mat 5-7).


  ii. A través de Su vida.

      La misma vida del Señor Jesucristo contiene mucha enseñanza acerca del carácter de Dios: Su
      amor, justicia, misericordia, paciencia, etc.


b. La Revelación del Camino de la Salvación

Esta fue la segunda obra principal de Cristo durante Su vida.     El vino para enseñarnos el camino de la salvación.      Es por eso que desde el comienzo de Su ministerio Su mensaje era: "arrepentíos y creed en el evangelio".

A la muchedumbre que le seguía, el Señor enseñaba acerca de la salvación en parábolas (Mat 13ss); pero a los discípulos Él habló claramente.     A ciertos individuos el Señor también habló claramente (Juan 3,4).


c. El Cumplimiento de la Ley

Esta es una de las áreas de la obra de Cristo que poco se menciona hoy en día, pero que es de vital importancia.      Cristo no sólo murió en nuestro lugar, para llevar nuestros pecados, sino que VIVIÓ en nuestro lugar, para concedernos Su justicia (Rom 8:4).      El cumplió la ley de Dios en nuestro lugar (Mat 5:17).


Ahora estamos listos para estudiar la obra de Cristo en la cruz.      Este es un tema muy amplio, y sólo podremos estudiarlo en forma resumida.      Lo haremos en base a ciertas palabras claves, que resumen la obra de Cristo en la cruz.


1. Redención

Este es uno de los términos fundamentales para hablar de la muerte de Cristo; El murió para redimirnos.     Pero, ¿qué significa esto?

La palabra en griego es "apolutrosis" (Rom 3:24; Efe 1:7; etc).   Estudiosos nos ofrecen dos explicaciones acerca del significado de esta palabra.     Algunos observan que esta fue la palabra que los griegos usaban para hablar de la redención de un esclavo.     Es decir, si una persona benéfica quería lograr la libertad de un esclavo, él tenía que pagar cierta cantidad de dinero.    Básicamente, tenía que comprar al esclavo de su amo, para luego darle su libertad.     La palabra que se usaba era "apolutrosis"; era una palabra del mercado.      Podemos comparar otros pasajes que hablan de la muerte de Cristo en término mercantiles (1 Cor 7:23; 1 Ped 1:18,19)

Según esta interpretación, lo que cristo hizo en la cruz fue comprar nuestra libertad.     La Biblia enseña que desde la caída de Adán y Eva, todo ser humano ha sido esclavo del pecado (y por ende, de Satanás).     Cristo murió en la cruz para "comprar" nuestra libertad.      Hay mucho de cierto en esta interpretación.     Sin embargo, hay que tener cuidado cuando pensamos en quién recibió el "pago" que Cristo hizo en Su muerte.     Algunos creyentes han enseñado que cuando Cristo murió en la cruz, Él estaba pagando el precio de Su vida a Satanás.      Debemos observar que la Biblia nunca habla en este sentido.     El énfasis bíblico es que Cristo murió en la cruz para satisfacer la justicia del PADRE, y no para pagar un precio a Satanás.


Otros estudiosos observan que la idea de "redención" viene del Antiguo Testamento.     Según la Ley de Moisés, si un judío se encontraba en deuda, y tenía que vender algo suyo, entonces "su pariente más próximo" tenía la responsabilidad de ayudarlo, pagando el precio de lo vendido, para "redimirlo" para su familiar necesitado (Lev 25:25).     Esto se aplicaba especialmente a la venta de casas, terrenos, o la propia libertad de la persona.      Tal era la importancia de esta ley, que el pariente cercano era conocido como el "redentor".      Este es el trasfondo, tanto de lo que hizo Booz (Rut 4:3-6), como de las hermosas palabras de Job (Job 19:25, donde la palabra "Redentor" es literalmente, "pariente cercano").

Según esta interpretación, el pecado del hombre lo puso en una condición de deuda con Dios.    Dios mismo se encargó de actuar como "pariente cercano", para pagar la deuda que el hombre había incurrido, y así liberarlo de la deuda que tenía con Dios.


2. Expiación

Otra palabra muy importante que se usa de la obra de Cristo en la cruz es "expiación".     El diccionario define esta palabra: "Reparar un crimen o culpa por medio de un castigo o sacrificio".    

La Biblia enseña que el pecado CONTAMINA el hombre, y le hace CULPABLE ante Dios.     Según su uso en la Biblia, la palabra "expiación" conlleva DOS ideas fundamentales:

            a. Hacer purificación por el pecado.
            b. Hacer reparación por el pecado; es decir, llevar la culpa.


En el Antiguo Testamento, Dios enseñó a Israel que sus pecados tenían que ser "expiados", y esto se efectuaba por la sangre de los animales sacrificados.     La sangre cumplía dos funciones:

            a. limpiar ceremonialmente del pecado, y
            b. librar al pecador de la culpa de sus pecados (por la muerte del animal, representada por
                 la sangre).    

Ver Ex 29:36; Lev 1:4, etc.


Es muy importante estudiar las leyes del A.T. acerca de cómo efectuar la purificación del pecado, para que entendamos bien el impacto del pecado sobre nuestras vidas, ante los ojos de Dios.


Uno de los días más sagrados en el calendario judío, era el Día de la Expiación.     Leemos los detalles de cómo ellos celebraban este día en Lev 16.     Este era el único día en que un hombre podía entrar al Lugar Santísimo (tanto en el tabernáculo, como en el Templo).      La única persona permitida entrar era el Sumo Sacerdote, y él tenía que entrar llevando sangre para expiar sus propios pecados, como los pecados de toda la nación (Lev 16:3,5-7,11-16,34).


En el Nuevo Testamento, Cristo es "el cordero de Dios que quita el pecado del mundo".     El libro de Hebreos desarrolla en forma sistemática la enseñanza de la muerte expiatoria de Cristo (Heb 9:23 - 10:22; especialmente 9:23-26).     Ese es el significado de la sangre derramada en la cruz del Calvario.     La promesa del Señor es que si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y para limpiarnos de nuestros pecados (1 Juan 1:7-9).


NOTA: La sangre de los animales en el A.T. realmente no podían expiar los pecados; sólo era un
             símbolo de la expiación que la sangre de Cristo un día obraría (Heb 10:1-4)


Para los judíos, la sangre era algo sagrado (Lev 19:26; Deut 12:23).    Dios ordenó esto para mantener en alto el valor de la sangre como símbolo de la expiación de los pecados.     En Hch 15:29, los apóstoles recomendaron a los creyentes gentiles a abstenerse "de sangre".    Esto ha dado lugar a mucho debate.    Quizá la explicación más sencilla es que los creyentes gentiles estarían viviendo en comunión con los creyentes judíos, quienes se sentirían muy ofendidos si sus hermanos gentiles comieran sangre.    Por lo tanto, para mantener la comunión en la Iglesia, entre creyentes judíos y gentiles, los líderes ordenaron que sería mejor abstenerse de "sangre".


3. Propiciación

Rom 3:25 y 1 Juan 4:10 habla de la muerte de Cristo como efectuando "propiciación".     ¿Qué significa esta palabra?    ¿Cuál es la diferencia entre "expiación" y "propiciación"?

Para entender el significado de esta palabra, tenemos que volver al A.T.    Ex 25:17 habla de un "propiciatorio" en el contexto del "arca del testimonio".     El "propiciatorio" era el nombre que se dio a la TAPA del arca (ver Ex 25:18-21).      En Lev 16:14,15 leemos que cuando el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo, en el Día de Expiación, él tenía que derramar la sangre del animal sacrificado sobre la tapa del "arca del testimonio".

Obviamente, las palabras "expiación" y "propiciación" están íntimamente relacionadas.    La diferencia entre los términos es la siguiente.    La palabra "expiación" enfatiza lo que la sangre hace al pecador; es decir, lo limpia ante los ojos de Dios.    Mientras que el término "propiciación" enfatiza lo que la sangre hace a Dios; es decir, apacigua Su ira contra el pecador, por medio de la muerte del animal.


Por lo tanto, lo que Juan dice en 1 Juan 4:10 es tremendo.   El amor de Dios es tal que El envió a Su único Hijo para que Él llevara en Su cuerpo toda la ira de Dios contra nuestros pecados.


4. Reconciliación

La última palabra que debemos considerar es "reconciliación".      El N.T. usa este término frecuentemente cuando habla de la obra de Cristo en la cruz (Rom 5:10,11; 2 Cor 5:18,19).

Nuestros pecados no sólo nos hicieron siervos de Satanás, sino también nos ensuciaron, y nos colocaron bajo Su ira.     Es más, nuestros pecados también causaron que Dios estuviese ofendido con nosotros, y por ende alejados de los pecadores.

Pero, desde el comienzo de la creación, Dios hizo al hombre para que viviera en comunión con Él.    Por ende, parte de la obra de Cristo en la cruz era la de efectuar una reconciliación entre Dios y nosotros.

Fueron nuestros pecados los que causaron el alejamiento entre Dios y nosotros.    Cuando Cristo murió en la cruz, Él estaba destruyendo lo que rompía la relación entre Dios y Su Creación.     Lo impresionante es que para efectuar la reconciliación entre Dios y nosotros, tuvo que haber (temporalmente) un distanciamiento entre Dios el Padre y Dios el Hijo (Mat 27:46).     Esta fue la única manera de reconciliar al hombre con Dios.


LA MUERTE, RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN DE CRISTO

Hemos considerado la obra de Cristo en la cruz.  Quedan algunas preguntas que responder:

¿Qué más pasó en Su muerte?   
¿Qué pasó en Su resurrección?
¿Cuál es la implicancia de Su retorno al cielo?


1. El Descenso del Señor al Hades

La Iglesia Católica Romana incluye en su credo que el Señor descendió al infierno.     La enseñanza de la I. C. Romana es que el alma de Jesucristo descendió al "Limbo de los Justos" o al "Seno de Abraham", donde estaban los santos del A.T., esperando la obra de redención.    Allí, Él les dio las buenas nuevas de Su redención, y los llevó al cielo.

Otras iglesias también afirman este credo (p.e. la Iglesia. Anglicana, etc.).


a. Dificultades Con Esta Doctrina


i. El "seol" (hebreo) o el "hades" (griego) no es un lugar geográfico, sino una condición de vida.

ii. Al morir, Cristo encomendó Su espíritu al Padre (Lucas 23:46).

iii. Antes de Su resurrección, la obra redentora no se había concluido totalmente; el Señor aun no  había presentado Su sangre ante Dios, en el tabernáculo celestial (Heb 9:24).   Por lo tanto, no podía soltar a los santos del A.T.


b. Textos Bíblicos


i. Sal 16:8-10

Este verso simplemente significa que el Padre no permitiría que Su Hijo permanezca bajo el poder de la MUERTE.     Cuando Pedro cita este verso en Hch 2, lo hace para hablar de la resurrección de Cristo, no para enseñar que hubo bajado antes al ‘seól’. 


ii. Efesios 4:9

Berkhof, con otros comentaristas, interpretan este verso como hablando de la ENCARNACIÓN de Cristo (cf. Fil 2:7,8).


iii. 1 Pedro 3:18,19

            - El verbo es "kerusso" (no "evangelizo”); significa ‘anunciar’, no ‘predicar el evangelio’
            - Los “espíritus” son angelicales (demonios), no espíritus humanos (es decir, ‘almas’).

            Cristo fue a ese lugar, no para soltarles, sino para declarar Su triunfo sobre Satanás.


iv. 1 Ped 4:4-6

Estos "muertos", son ‘muertos espirituales’ o personas que ya murieron.    No habla de predicar a personas muertas (es decir, a ‘alma’), con el fin de darles una segunda oportunidad de la salvació.


c. Explicación Evangélica

a. El entierro del cuerpo de Cristo fue parte de la humillación del Señor (Sal 16:10; Hch 2:27,31;
    13:34,35).

b. El infierno es el lugar de castigo eterno; los seres humanos irán en cuerpo y alma.


2. La Resurrección de Cristo

Muchos teólogos liberales niegan la resurrección física de Cristo.    Dicen que todo fue un cuento inventado por los discípulos, y que realmente no es importante si resucitó o no.   Lo importante fue lo que hizo durante Su vida y en Su muerte.

Pablo niega esto rotundamente, en 1 Cor 15.    La resurrección de Cristo es de vital importancia para nuestra salvación (Rom 1; 4:24,25).  Fue algo insólito.    Fue mucho más que la reunión del alma con el cuerpo de Cristo (eso ya había pasado a otras personas muchas veces).     En Su resurrección Cristo recibió un CUERPO GLORIFICADO (1 Cor 15).  Era un cuerpo que podía comer y ser palpado, pero que a la vez podía pasar por las paredes, aparecer y desaparecer.


3. La Ascensión de Cristo

¿Cuál es la importancia teológica de la ascensión de Cristo. 

        Fue exaltado para manifestar Su victoria sobre Satanás, el pecado y la muerte (Fil 2:9-11).

        Fue exaltado para expiar el pecado (Hebreos 9:24).

        Fue exaltado para interceder por nosotros (Heb 7:25).

        Fue exaltado para reinar (1 Cor 15:24-25).

Por eso, El está sentado a la diestra del Padre (Hch 2:33-36; etc.).

Por un lado, es una expresión antropomórfica (porque el Padre es espíritu).     Por otro lado, Cristo ha retenido Su cuerpo "material"; El continúa encarnado.



LA OBRA PRESENTE Y FUTURA DE CRISTO

¿Qué está haciendo el Señor Jesucristo ahora?


1. La Obra de Intercesión (Heb 7:23-25)

Los aspectos principales de esta obra de intercesión incluyen:

            a. Presentar Su sangre para limpiar nuestros pecados (ver Zac 3:1ss; Heb 7:25; 9:24;
                 1 Juan 1:7; 2:1; Apo 12:10,11).

            b. Defendernos ante las acusaciones de Satanás (Rom 8:33; 1 Juan 2:1; etc.).

            c. Actuar como mediador, cuando nos acercamos al Padre en oración (Efe 2:18;
                 Heb 10:19-21).
            d. Orar por nosotros ante el Padre (Lucas 22:31, 32).

Esta obra de Cristo nos da la seguridad de nuestra salvación (Heb 7:25; cf. Juan 10:28-29).


2. La Obra de Reinar y Derrotar a Sus Enemigos

Cristo ahora está reinando, y de esa manera controlando la historia de este mundo, y todos los eventos que ocurren en esta tierra.     Uno de Sus propósitos principales es derrotar a todos Sus enemigos, tanto espirituales como humanos.


            a. Cristo está reinando y controlando la historia de este mundo (ver Mat 28:18-20;
                 Fil 2:9-11; Efe 1:19-23; 1 Cor 15:25-28; Apo 5:2-9).

            b. Cristo está derrotando a todos Sus enemigos (1 Cor 15:25-28; Apo 6-19).


3. La Obra Futura de Cristo

En el futuro Cristo volverá a esta tierra para llevar a Su Iglesia.      De este modo concluirá la historia de este mundo, y se llevará a cabo el juicio de Dios.     Al final, se llevará a cabo "Las Bodas del Cordero", y por toda la eternidad, Cristo y Su Iglesia reinarán con el Padre.


a. La Segunda Venida de Cristo

            i. Hay varias interpretaciones (premilenial, amilenial, posmilenial)

            ii. Puntos Importantes:

                        - Vendrá Físicamente.
                        - Vendrá para Derrotar a Satanás para siempre.
                        - Vendrá para Salvar a Su Pueblo.


b. El Día del Juicio

            i. Todos serán juzgados (creyente e inconversos).
            ii. El rol de Cristo en el Día de Juicio.
            iii. El Destino de los Creyentes y de los Pecadores.


c. La Eternidad

            i. Las Bodas del Cordero.
            ii. La Obra de Cristo en la Eternidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario