jueves, 7 de abril de 2011

EXEGESIS- SERMONES- "La vision del Cristo Glorificado" (2)

“Estudios en Apocalipsis”

LA VISIÓN DE CRISTO GLORIFICADO

PASTOR  CESAR   BARRIOS

TEXTO: Apo 1:9-20


No es por casualidad que el libro de Apocalipsis comienza con una visión de Cristo.    Recordemos que uno de los propósitos principales de Apocalipsis es manifestar la gloria del Señor Jesucristo.      Antes de comenzar a hablar de las cosas que ocurrirán en el futuro, Dios le dio a Juan el privilegio de ver la gloria de Cristo, porque el futuro está bajo Su control.


1. EL CONTEXTO DE LA VISIÓN (v.9, 10)

Antes de entrar al estudio detallado de la visión que Juan tuvo, debemos observar algunos detalles acerca del contexto en el cual se dio esta visión.


a. Juan Estaba en Patmos (v.9)

Ya hemos notado anteriormente algunos detalles de la isla de Patmos (ver p.11).     Pero, ¿por qué estaba Juan en Patmos?       El v.9 nos dice, "por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo".       Esto no quiere decir que Juan estaba en Patmos porque quería predicar la palabra de Dios, y dar testimonio del Señor Jesucristo, sino porque ya lo había hecho, y las autoridades romanas lo habían castigado por hacerlo.

Para fines del primer siglo, la Iglesia estaba creciendo grandemente en todo el imperio, y las autoridades romanas se estaban oponiendo a ella.     La estrategia que varios emperadores romanos emplearon, para tratar de controlar el crecimiento de la Iglesia, fue la de perseguir a los líderes cristianos.      Juan era quizá el único apóstol que estaba todavía vivo en ese tiempo.    Él era el líder de las iglesias en Asia Menor, y por eso fue aprisionado y exiliado en Patmos, por el emperador Domiciano.


b. Era "el día del Señor" (v.10)

El día en el cual Juan tuvo la visión de Cristo fue "el día del Señor".     Esta frase ha causado cierta polémica, y hay dos maneras de interpretarla.

Algunos afirman que para entender esta frase hay que volver al Antiguo Testamento, y específicamente a pasajes tales como Is 2:12; Joel 2:1, 11, 31; Amos 5:18; Zac 14:1, que hablan del "día de Jehová".     Esta frase señala el "día" escatológico; es decir, el día en que Dios iba a intervenir en la historia de este mundo.     

El problema con esta interpretación es que, aunque es cierto que Juan ve anticipadamente (en visiones proféticas) "el día de Jehová", no fue en ese preciso ‘día’ que Juan  recibió las visiones que conforman el libro de Apocalipsis.


La segunda interpretación toma la frase "el día del Señor" como sinónimo de "domingo".       Es verdad que el Nuevo Testamento generalmente habla del domingo como "el primer día de la semana", y que es sólo a partir del siglo 2 que los creyentes usaron la expresión, "el día del Señor" para referirse al primer día de la semana; sin embargo, debemos observar que Apocalipsis fue escrito casi al fin del primer siglo, y que por ende no hay dificultad alguna en pensar que Juan haya usado esta frase para describir el día domingo.

Por ende, la segunda interpretación es la que la mayoría de comentaristas siguen.


c. Juan Estaba "en el Espíritu" (v.10)

Estas palabras indican que en ese día Juan tuvo una experiencia espiritual dramática.     Seguramente, siendo el día domingo, Juan estaba meditando en el Señor, y gozando una comunión espiritual con Él.     Fue en ese contexto, que el Espíritu Santo vino sobre Juan, y le concedió una tremenda experiencia espiritual, en la cual tuvo la visión de Cristo.     Podemos comparar las  experiencias de Ezequiel (Ezeq 3:12-15; 8:1-4), Daniel  (Dan 10:2-12) y Pablo (2 Cor 12:3,4).


Aquí hay algo importante que debemos aprender.    Juan estaba lejos de sus seres queridos y amigos, exiliado en una isla rocosa, sufriendo grandemente, tanto por la condición en la cual estaba, como por su edad avanzada.      Sin embargo, lejos de cualquier iglesia y lejos de otros creyentes, Juan aprovechó el día domingo para buscar la presencia de Dios, y gozar una comunión íntima con Él.      Fue en ese contexto que Juan tuvo esta tremenda experiencia espiritual.


REFLEXION: ¿Qué hubiera pasado si ese domingo Juan no hubiera buscado el rostro de Dios
             en oración?
                       
                         ¡Cuántas veces querrá Dios hablarnos, pero no le damos el tiempo para hacerlo!



2. EL CONTENIDO DE LA VISIÓN (v.11-16)

Antes de ver algo, Juan escucha "una gran voz como de trompeta" (v.10b).      Con esta voz tronante, la persona se identifica a Sí mismo, y lo hace con las palabras: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último" (v.11a).    Estas palabras son parecidas a las que leemos en el v.8; sin embargo, en este caso, las palabras claramente describen al Señor Jesucristo.      

El Señor da a Juan dos órdenes: [1] "Escribe en un libro lo que ves" (v.11),
                                                    [2] "envíalo a las siete iglesias" (v.11).


Las siete iglesias son las de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.        Veremos mayores detalles acerca de estas iglesias, y de las ciudades donde se encontraban, cuando estudiemos Apo 2 y 3.

Al escuchar la voz, Juan dio media vuelta para ver quién le estaba hablando (v.12), y fue en ese momento que Juan tuvo la tremenda visión.     Notemos lo que él vio:

            [1] "uno semejante al Hijo del Hombre" (v.13a)
            [2] "vestido de una ropa que llegaba hasta los pies" (v.13b)
            [3] "ceñido por el pecho con un cinto de oro" (v.13c)
            [4] "Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve" (v.14a)
            [5] "sus ojos como llama de fuego" (v.14b)
            [6] "sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno" (v.15a)
            [7] "su voz como estruendo de muchas aguas" (v.15b)
            [8] "Tenía en su diestra siete estrellas" (v.16a)
            [9] "de su boca salía una espada aguda de dos filos" (v.16b)
            [10] "su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza" (v.16c)
            [11] El estaba "en medio de los siete candeleros" (v.13a)


3. LAS CONSECUENCIAS DE LA VISIÓN (v.17-20)

Habiendo descrito lo que él vio, Juan pasa a hablar de las consecuencias de esta visión:

            [1] Juan se desmayó (v.17a)
            [2] El Personaje le tocó y le animó (v.17b)
            [3] El Personaje se describe a Sí mismo (v.17c, 18)
            [4] El Personaje le manda redactar un libro, describiendo las cosas que ha visto y las
                  que verá  (v.19).
            [5] El Personaje le explica algunos detalles de la visión (v.20)


4. EL SIGNIFICADO DE LA VISIÓN (v.20)

Habiendo notado los detalles de lo que Juan vio, la pregunta que surge es, "¿Qué significa todo esto?"     Al contestar esta interrogante, comenzaremos a aprender cómo aplicar los principios de interpretación que señalamos en una sección anterior (ver notas sobre "El Prólogo").      Si aprendemos a aplicar bien estos principios, tendremos la clave para poder entender correctamente todo el libro de Apocalipsis.

Hay dos cosas que debemos notar al comienzo:

            [1] Ciertos detalles de la visión indican que la visión está llena de simbolismo; por
      ejemplo, la espada que sale de la boca del personaje, y las siete estrellas que tiene en
      su mano.     Obviamente, estas cosas simbolizan ciertas verdades espirituales.

            [2] Ciertos detalles son explicados claramente en el texto, mientras que otros no lo son;
      por ejemplo, el v.20 explica el significado de "las siete estrellas" y "los siete
      candeleros de oro", pero no hay una explicación de la espada que sale de la boca, o
      de los cabellos blancos, etc.


a. Aspectos de la Visión que son Explicados en el Texto

Los dos detalles de la visión que son explicados en el texto son "las siete estrellas" y "los siete candeleros".       En el v. v. 20 encontramos la palabra "misterio".      La palabra en griego no significa algo misterioso, sino algo que no puede ser entendido hasta que haya sido revelado por la persona que tiene conocimiento del asunto (ver el uso de esta palabra en Efe 3:3-5).     En cuanto a asuntos espirituales, solo Dios puede revelar Sus "misterios" (Efe 1:9); esto lo hace en v.20.


            [1] "los siete candeleros de oro" (v.12) simbolizan las siete iglesias (v.20b).       Este es
                   un símbolo apropiado, porque los creyentes (y por ende las iglesias) son llamados a
      ser "luz" en este mundo (Mat 5:14; Fil 2:15).

            [2] "las siete estrellas" (v.16) son símbolos de los siete "ángeles" que están sobre las
      siete iglesias.  La palabra "ángel", significa "mensajero".      Comentaristas
      generalmente están de acuerdo en decir que estos "ángeles" representan los líderes
      de las iglesias; es decir, el pastor o uno de los ‘ancianos’.      La palabra "ángel" (=
      "mensajero") es apropiado, porque los que predican la palabra de Dios son
      portavoces o mensajeros de Dios.  Debemos notar que las siete cartas escritas a las
                   siete iglesias (Apo 2,3) están dirigidas a estos "ángeles" (ver Apo 2:1, etc).

                 Es interesante notar que en el Antiguo Testamento, la palabra "estrella" muchas
     veces se usa como un símbolo de los líderes o las autoridades que están sobre las
     naciones.      Este simbolismo parece tener sus raíces en pasajes tales como Gén 37:9
     (donde las estrellas simbolizan los hijos de Jacob, quienes posteriormente serían los
     jefes de las tribus de Israel); Núm 24:17 (donde la palabra "estrella" tiene su
     paralelismo, "cetro", en la siguiente línea, que claramente comunica la idea de
     gobernador).     Es a la luz de esos textos que podemos interpretar pasajes tales como
     Dan 8:9-11.

                  La Biblia a veces usa la palabra "estrella" en un sentido literal; pero también la usa
      en un sentido figurativo.      Por lo tanto, hay que tener cuidado cómo interpretamos
      pasajes tales como  Joel 2:10; 3:15; Marcos 13:25; Apo 6:13; 8:10; etc.       Ver Juec
      5:20 y Judas 13.


b. Aspectos de la Visión que no son Explicados en el Texto

Aunque el Señor le explicó a Juan estos dos detalles del simbolismo de la visión que había visto, varios otros detalles no son explicados; quizá porque eran más fáciles de entender.       En otras palabras, los otros detalles no eran "misterios".

Lo primero que debemos notar es que esta visión es muy parecida a ciertas visiones que otros siervos de Dios tuvieron del Señor en el Antiguo Testamento (ver Ezeq 1:26-28; Dan 7:9; 10:5,6; etc.).    También tiene mucha relación con la Transfiguración, que fue vista por Juan (Mat 17:1,2; Marcos 9:3).      Por lo tanto, para interpretar correctamente la visión de Cristo en Apo 1 tenemos que tomar en cuenta estas otras visiones.


A continuación presentaremos una explicación de cada detalle de la visión, con el propósito de ayudarnos a entender los principios que debemos tomar en cuenta en nuestra interpretación de todo el libro de Apocalipsis.


[1] "uno semejante al Hijo del Hombre" (v.13a)

En los Evangelios, el nombre común de Cristo es "el hijo del hombre"; ocurre unas 70 veces.       Al tratar de explicar este nombre, muchos comentaristas observan que en el libro de Ezequiel, el profeta es llamado "hijo de hombre" unas 100 veces; parece ser una manera poética de hablar de un ser humano.       Sin embargo, de mayor importancia para nuestra interpretación de la visión que Juan tiene de Cristo es lo que leemos en Dan 7:13, que describe a un personaje celestial que se distingue de Dios el Padre ("el Anciano de días").

Un detalle interesante es que aunque los Evangelios describen a Cristo como "el Hijo del Hombre" (usando el artículo definido), en Daniel 7:13 el nombre ocurre sin el artículo definido ("como un hijo de hombre").      En Apo 1:13 Juan no usa el artículo definido, claramente relacionando esta visión de Cristo con la visión de Daniel 7:13.       En otras palabras, la visión que Juan tiene no es simplemente del Cristo terrenal, sino del Cristo celestial; es decir, del Cristo que ya está en la gloria.


[2] "vestido de una ropa que llegaba hasta los pies" (v.13b)

Parece que el hecho de que la ropa era larga impresionó a Juan.       Cuando los judíos trabajaban, ellos usaban ropa más corta o alzada.       Ropa larga era reservada para momentos formales.     Carballosa comenta, "El Señor está vestido con un traje de gala, que alcanza hasta sus pies.     No está ceñido por la cintura para el servicio, sino más bien está vestido con el traje de sacerdote y de juez" (Carballosa, p.52).


Si hacemos un estudio exegético más detallado encontraremos algo interesante.    La palabra que Juan utiliza aquí es "poderes", que significa (literalmente) "[algo] que alcanza hasta los pies".      En la Septuaginta, esta palabra se usa en Ex 25:7 ("el [manto del] efod"); 28:4 ("el manto"); 29:5 ("el manto del efod ").       Según Josefo, el manto del sacerdote alcanzaba hasta los pies, y tenía un cinto al nivel del pecho (Ant iii.7.2)[1].         Esto confirma que la vestimenta larga señala que en la visión que Juan ve de Cristo, el Señor es presentado como un sacerdote.      Esto encaja muy bien con el pasaje en Zac 3:3,4[2] y 8 (ver también Heb 4:14 - 10:25).

Hay otro lugar en la Septuaginta en el que se usa la palabra "poderes", y es Ezeq 9:2 ("vestido de lino").      Si leemos los versos 3-6, descubriremos que el varón que tenía esta vestimenta larga es encomendado la tarea de colocar una señal sobre la frente de los judíos que eran fieles a Dios, antes que cayere el juicio sobre los demás.      Si tomamos este verso como el trasfondo de Apo 1:13, la conclusión sería que Cristo es presentado como el hombre que protege a Su pueblo del juicio de Dios.


[3] "ceñido por el pecho con un cinto de oro" (v.13c)

En Ex 28:39 leemos que los sacerdotes usaban una vestimenta que tenía un cinto;    Josefo dice que este cinto iba alrededor del pecho de los sacerdotes (Ant iii.7.2)[3].     Este detalle confirma que en la visión Cristo está vestido como un sacerdote.    En el caso de los sacerdotes, el cinto era hecho de lino; pero en la visión, Cristo tiene un cinto de oro (ver Dan 10:5).    Dado a que el oro simboliza la realeza, la implicancia de este detalle de la visión es que el personaje no sólo es un sacerdote, sino también es un REY; es decir, es un real sacerdote.


[4] "Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve" (v.14a)

Esta descripción de Cristo hace eco de Dan 7:9 (aunque esa referencia es de Dios el Padre).      Para entender el simbolismo, hay que preguntarse, ¿qué significaría cabellos blancos para un judío?      Para responder, hay que tomar en cuenta pasajes tales como Lev 19:32 y Prov 16:31.      Obviamente, los cabellos blancos hablan de la sabiduría y de la eternidad de Dios (¡no tanto de Su pureza!).    




[5] "Sus ojos como llamas de fuego" (v.14b)

En la Biblia, "ojos" simbolizan la habilidad de penetrar los secretos más íntimos de una persona.      Este parta de la visión enfatiza que Cristo no sólo escudriña nuestros corazones, y conoce lo más íntimo de nuestro ser; sino que lo hace como fuego consumidor, que destruye todo pecado.     A lo largo del libro de Apocalipsis, descubriremos que el Señor conoce todo el pecado que se da en el mundo, y lo juzga.


[6] "Sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno" (v.15a)

En la visión, los pies de Cristo tienen el brillo que el metal tiene cuando aún está en el crisol.      El trasfondo de este detalle es lo que leemos en Dan 10:6.      Esta descripción habla de la majestad de Cristo.     ¡Aun Sus pies eran brillantes!


[7] "Su voz como estruendo de muchas aguas" (v.15b)

En el Antiguo Testamento, el sonido del  mar se usa en contextos de hablar de la majestad y el poder de Dios (Sal 93:4; Ezeq 43:2).      En Apocalipsis, Dios nos habla de la terrible tormenta de pecado que se desatará en los últimos tiempos.     Es alentador saber que por encima del "ruido" del pecado, está  la voz de Cristo.       ¡Su voz hará callar la tormenta del pecado en el mundo!


[8] "de Su boca salía una espada aguda de dos filos" (v.16b)

La palabra para "espada", es "rhomfaia", que significa una espada grande.     Carballosa afirma que tal espada tendría casi el tamaño de un hombre.

Esta espada simboliza dos cosas:

            [1] El poder irresistible de la justicia y el juicio de Cristo (ver Rom 13:4).
            [2] El poder penetrante de la Palabra de Dios  (Heb 4:12).

Podemos ver estos dos significados en Is 49.2


[9] "Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza" (v.16c)

"La primera vez que vino, cuando nació en Belén, los hombres lo vieron ‘sin atractivo para que le deseemos’ (Is 53:2).     El rostro de Su gloria estaba velado por Su humillación.    Ahora aparece ‘como el sol cuando resplandece en su fuerza’, sin velo, sin eclipse, en su gloria celestial" (Carballosa, p.53).    

Tres de los discípulos de Cristo tuvieron el privilegio de ver algo de esta gloria en el Monte de la Transfiguración (Lucas 9:29).     Juan fue uno de esos discípulos, y él describe esta experiencia en Juan 1:14, "Y vimos Su gloria..."



CONCLUSION

Habiendo estudiado en detalle esta visión que Juan tuvo de la persona de Cristo, la pregunta que tenemos que contestar es, ¿qué significa todo esto?      La visión que Juan vio,  ¿qué nos enseña acerca de la persona de Cristo?        Hay varios puntos que podríamos señalar:

            [1] Juan ve el Cristo Celestial, y no el Cristo Terrenal.
            [2] El Cristo Celestial tiene gran gloria y majestad.
            [3] Cristo es nuestro gran Sumo Sacerdote.
            [4] Él es también el Rey de reyes.
            [5] Cristo tiene la sabiduría que viene de la eternidad.
            [6] Cristo ve todo lo que ocurre en la tierra, y pasa juicio sobre todo lo que ve.
            [7] La palabra de Cristo tiene gran autoridad sobre la tierra.
            [8] Cristo tiene autoridad sobre las naciones pecaminosas.
            [9] Cristo está en medio de Su pueblo, y sabe todo lo que pasa a Su pueblo aquí en la
                   tierra.
            [10] Cristo tiene autoridad sobre los líderes de la Iglesia.


Esto es lo que podemos aprender de Cristo a través de la visión que Juan tiene de Él.         Por medio del uso de símbolos, Dios nos puede decir mucho acerca de Cristo, en pocas palabras.     ¡Este es uno de los grandes valores de usar símbolos!

En los siguientes capítulos veremos muchos detalles espantosos acerca de lo que va a pasar aquí en la tierra durante los últimos tiempos.       La Iglesia no va a escapar de todo este sufrimiento.       Pero lo bueno es saber quién es Cristo; eso ayudará al creyente a soportar todo el sufrimiento que viene por delante.      






















[1] S.R. Driver, "Exodus", p.309.
[2] En la LXX del v.4, la expresión "ropa de gala" es traducida "poneres".
[3] F. Rienecker, "A Linguistic Key to the Greek New Testament", p.814.

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