lunes, 18 de abril de 2011

"CONFERENCIA", por el Pastor Cesar Barrios.

“CONFERENCIA”



¿COMO SABER QUE LA BIBLIA
ES LA PALABRA DE DIOS?


Introducción

La Biblia afirma ser la Palabra de Dios; revelada por Dios mismo, y escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo.   Sin embargo, ¿cómo sabemos que eso es cierto?   Existen otros libros que reclaman ser la revelación de Dios (por ejemplo, el Corán).


1. EL TESTIMONIO INTERNO DEL ESPÍRITU SANTO

Los judíos definieron el canon del Antiguo Testamento, y para el tiempo de Cristo ya estaba decidido.  El canon del Nuevo Testamento fue confirmado por varios concilios universales de la Iglesia, durante el siglo 4.   Sin embargo, cada verdadero creyente, al leer los libros que conforman la Biblia, siente en su corazón, mente y espíritu, que esta es la Palabra de Dios.  El Espíritu Santo se lo confirma.  El creyente se siente alimentado por esos libros, y tiene una confirmación interna de que estos libros son ‘divinos’.   Otros libros no lo conmueven o alimentan como lo hace la Biblia.


2. LA UNIDAD INTERNA DEL MENSAJE

La Biblia fue escrita a lo largo de 1600 años, por más de treinta autores, en varios países.  Los autores fueron de diversos trasfondos y formación:

          Moisés – un estadista, formado en la corte de Egipto
          Josué   - un general militar
          David y Salomón – reyes de Israel
          Daniel – el primer ministro de Babilonia
          Oseas y Amos – campesinos
          Nehemías – el copero del rey
          Esdras – un levita
          Mateo – un publicano
          Lucas – un médico
          Juan y Pedro – pescadores

Sin embargo, a pesar de esta gran variedad de autores, la Biblia manifiesta una tremenda unidad interna en su mensaje (lo que enseña de Dios, del hombre, de la salvación, de la vida que agrada a Dios, de la historia del mundo).   ¿Cómo explicar esa unidad?   La única explicación sostenible es que una misma mente está detrás de los diferentes libros que conforman la Biblia – la mente divina. 




3. EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS

La Biblia contiene una gran cantidad de profecías, cuyo cumplimiento confirma la naturaleza divina de las Escrituras.  Veamos sólo algunos ejemplos:


i.              Génesis 22:14  ¿Cómo sabía Moisés que Salomón iba a construir el templo en ese lugar (2 Crón 3:1)?  Debemos notar que Salomón ni parece ser conciente de que al construir en ese lugar se estaba cumpliendo las Escrituras.  Menos sabría que en ese lugar iba a morir el Mesías, el Cordero de Dios, 1000 años después.

ii.             Génesis 49:10  ¿Cómo sabía Jacob (el que predijo esto) o Moisés (el que redactó la profecía) que la monarquía de Israel iba a venir de la familia de Judá?   ¿Y cómo sabían ellos que el Mesías vendría de la familia de Judá?   

iii.            Salmo 22:8   ¿Cómo supo David, 1000 años antes, las precisas palabras que los líderes judíos iban a pronunciar al pie de la cruz?  Ver Mat 27:43.  Evidentemente, ¡los líderes judíos no tenían interés en que se cumpliera esta profecía!    

iv.           Salmo 22:18  ¿Cómo sabía David que los soldados romanos iban a echar suerte por la ropa de Cristo?   Ver Marcos 15:24 (no lo menciona como el cumplimiento de una profecía, así que no está inventando ese detalle).

v.            Miqueas 5:2  ¿Cómo supo Miqueas el lugar del nacimiento del Mesías?  Lucas lo menciona, pero sin afirmar que es un cumplimiento de la profecía de Miqueas (Lucas 2:4-6).

vi.           Isaías 9:1  ¿Cómo sabía Isaías que el Mesías iba a desarrollar Su ministerio en Galilea?   Se supone que sabía que iba a nacer en Belén (Isaías era contemporáneo de Miqueas), y que por consiguiente su ministerio sería en Jerusalén.   Ver Marcos 1:14.

vii.          Daniel 9:25-26 ¿Cómo sabía Daniel la fecha exacta en que iba a morir el Mesías?   69 ‘semanas’ (de 7 años) equivale a 483 años.  Este es el intervalo de tiempo entre la orden dada de reconstruir los muros de Jerusalén (Nehemías 2:4-6), y la muerte de Cristo[1].      


4. LA ACTUALIDAD DE LA BIBLIA

Aunque muchos dicen que la Biblia es un libro anticuado, e irrelevante para la sociedad moderna, la verdad es todo lo opuesto.  ¡No hay libro más actualizado que la Biblia!  Notemos los siguientes temas que la Biblia trata:



-      El tema de los vicios, y el mal comportamiento humano.
-      El tema de las tensiones y dificultades matrimoniales.
-      Problemas en las relaciones familiares (padres/hijos/hermanos).
-      El tema de la violencia en la sociedad.
-      El tema de la insatisfacción personal.
-      El tema del orgullo y la vanagloria.
-      El tema del materialismo y una vida centrada en sí mismo.
-      El tema de las tensiones y guerras entre países.
-      El tema de los desastres naturales.
-      El tema de la destrucción ecológica.
-      El tema de la globalización.
-      El tema del crecimiento en el conocimiento y la tecnología.

Lejos de ser ‘anticuado’, la Biblia es un libro que nos habla claramente a la actualidad.  Lo mejor que el ser humano puede hacer, en el siglo 21, es considerar seriamente las enseñanzas de la Biblia.


5. LA POPULARIDAD DE LA BIBLIA

Una confirmación de la relevancia de la Biblia a la vida moderna es que ella sigue siendo el mejor ‘best seller’ de todo tiempo.  Hoy en día la Biblia entera ha sido traducida a 450 idiomas; hay porciones de la Biblia en 2,527 idiomas más.   ¡Y en toda sociedad, cultura e idioma, la Biblia comunica al ser humano!

En la actualidad, 98% de la humanidad puede comprar un ejemplar de la Biblia en su idioma.  ¡Ningún otro libro en el mundo se acerca a esa cifra!

En 2005, sólo las Sociedades Bíblicas Unidas distribuyeron 24.3 millones de Biblias.
En 2009, ellas distribuyeron más de 29 millones (3% más que el año anterior).

Si incluimos otros grupos que imprimen, venden y distribuyen Biblias (por ejemplo, los Gedeones), se calcula que cada año se distribuyen 100 millones de Biblias[2].   Wikipedia reconoce este hecho.

Hace unos años, la Sociedades Bíblicas intentaron calcular el número de Biblias impresas entre 1816 y 1975. La cifra a la cual llegaron fue 2,458,000,000 ejemplares.  Un estudio más reciente calcula que hasta el año 1992, se habían producido 6,000,000,000 Biblias.  En la actualidad, la cifra debe sobrepasar los 7 bn de Biblias[3].


Comparaciones:

El Corán – los musulmanes afirman que hay que leer el Corán en árabe; eso disuade traducciones.  Sin embargo, se calcula que el Corán ha sido traducido en unos 150 idiomas.  No se sabe la cifra de distribución mundial, pero se calcula que se han distribuido unos 800 millones de ejemplares.

Hasta el año 2008, se habían vendido 400 millones de ejemplares de los diferentes libros de Harry Potter, en 68 idiomas.


6. LA SUPERVIVENCIA DE LA BIBLIA

Los libros del Antiguo Testamento ya tienen una antigüedad de entre 2,400 a 3,500 años.   La Biblia completa, tiene una antigüedad de 1,900 años.  Durante ese tiempo muchas personas han querido destruir la Biblia (los emperadores romanos, los filósofos, los científicos, etc.).  ¡No han podido!  Las Escrituras cristianas siguen creciendo en popularidad y demanda, en todo el mundo.

En el año 303 d.C., el emperador Diocleciano publicó un edicto a lo largo y ancho del Imperio Romano, ordenando la muerte de cristianos y la destrucción de su libro sagrado. 25 años después, el emperador Constantino comisionó a un hombre llamado Eusebio a preparar 50 copias oficiales de las Escrituras (a expensas del Imperio Romano), para promover la distribución de la Biblia en todo el Imperio.

Voltaire fue un conocido filósofo francés, que odiaba la Iglesia.  Él pronosticó que 100 años después de su muerte (ocurrida en 1778), la Biblia sólo se hallaría en los museos del mundo.  Él ha pasado casi al olvido, y pocos ahora conocen o leen sus libros, pero la distribución de la Biblia sigue creciendo en forma imparable.


Conclusión.

Estos seis puntos indican que la Biblia es un libro extraordinario.  Si bien es cierto no comprueban que la Biblia es la Palabra de Dios, al menos brindan una fuerte confirmación de ello.


























[1] La orden fue dada a Nehemías en el año 445 a.C., y Cristo murió en el año 29 d.C.  El intervalo, según nuestro calendario, es de 474 años.  Las 69 ‘semanas’ son 483 años – pero años del calendario judío, que tenía 360 días.  483 años  multiplicado por 360 días, equivale a 173,880 días.  Y esa cifra equivale a 476 años de 365 días.  ¡Es casi exacto!
[2] http://www.articlesbase.com/religion-articles/internet-bible-sales-on-the-rise-for-new-reasons-623017.html
[3] http://answers.google.com/answers/threadview?id=14

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