CRECIENDO EN LA PALABRA
TEXTO Hechos 2:42
Pastor Cesar Barrios
Introducción
Al leer el NT, una cosa queda clara – la centralidad de la Palabra de Dios.
- Era importante a nivel personal (1 Tim 4:13).
- Era importante a nivel congregacional (Col 3:16).
- Era importante a nivel de liderazgo (Hch 20:32).
- Era importante a nivel del ministerio (2 Tim 4:1-2).
Por eso el testimonio de Lucas (Hch 2:42), y la determinación de los apóstoles (Hch 6:2-4). Con justa razón los evangélicos somos llamados, ‘El Pueblo del Libro’.
La evidencia de tener una sana vida espiritual es que estamos creciendo en la Palabra de Dios.
¿Cómo lo hacemos?
1. LEYENDO LA BIBLIA
La Biblia es la leche espiritual para los nuevos creyentes (1 Ped 2:2).
La Biblia es el alimento sólido para creyentes maduros (Heb 5:11-14; 1 Cor 3:1-2).
Por lo tanto, debemos crecer en nuestra lectura de la Biblia.
i. A nivel personal. El creyente debe leer la Biblia cada día; debe crecer en su lectura. Debe leer toda la Biblia; debe pasar más tiempo leyendo la Biblia.
ii. A nivel congregacional. Debemos leer más de la Biblia en los cultos, en las células, en toda la vida congregacional.
iii. A nivel de liderazgo. Los líderes debemos pasar más tiempo leyendo la Biblia juntos.
Pablo nunca dejó de crecer en ello (2 Tim 4:13); tampoco Pedro (2 Ped 1:19-21)
¿Estamos creciendo en la Palabra?
2. ESTUDIANDO LA BIBLIA
Aunque es bueno leer la Biblia, y debemos crecer en ello, no es suficiente; tenemos que aprender a estudiar la Biblia. Cristo habló de ‘escudriñar’ las Escrituras (Juan 5:39). La Biblia es una colección compleja de libros espirituales. Tenemos que estudiarla para entender bien su mensaje.
Tenemos que crecer en nuestro estudio de la Biblia:
i. A nivel personal. Cada creyente debe tener un proyecto personal de estudio bíblico. Esto requiere asignar tiempo a ello.
ii. A nivel congregacional. Debemos estar creciendo en nuestro estudio de la Biblia, como congregación (Academia Bíblica, ETE, EBCI, etc.). Cada miembro debe estar en un grupo de estudio.
iii. A nivel de liderazgo. Los que están en el liderazgo necesitan crecer en su estudio de la Biblia (ETE avanzado, Seminario, etc.).
Los tiempos en que vivimos exigen que estemos estudiando mucho la Palabra de Dios
3. PREDICANDO LA BIBLIA
La tarea principal que Cristo nos dejó fue la de predicar el evangelio. Ese evangelio debe estar fundamentado en la Biblia (ejemplos: Hch 2:16-21, etc.; 7:2-50; 13; 13:15-22). Por lo tanto, para ser una iglesia saludable, debemos estar creciendo en la predicación de la Biblia. Hay tres desafíos aquí.
i. A nivel personal. Cada pastor debe crecer en su predicación de la Biblia. Esto requiere asignar tiempo a la preparación, el estudio, etc.
ii. A nivel congregacional. La iglesia debe estar dispuesta a escuchar más la predicación de la Biblia.
iii. A nivel de liderazgo. Cada líder debe estar dispuesto a aprender a predicar la Biblia.
La estabilidad y el crecimiento de la Iglesia dependen de la predicación de la Palabra.
dio de la Biblia, la predicación de la Palabra de Dios, y el entendimiento de la doctrina bíblica, tiene un propósito – ser obedientes a ella…
4. OBECECIENDO LA BIBLIA
El propósito de leer, estudiar y predicar la Biblia es fomentar un ambiente de mayor obediencia a la Palabra de Dios. El peligro latente es el de ser oidores de la Palabra, pero no hacedores de ella (Sant 1:21-25). Sin embargo, la promesa de la bendición de Dios es para los hacedores (Sant 1:25). Por lo tanto, debemos crecer en nuestra obediencia a la Palabra de Dios: a nivel personal, congregacional, y como líderes.
Conclusión
La Biblia advierte del peligro de la apostasía espiritual en los últimos tiempos (2 Tim 4:1-5). Ya vemos muchas señales de ello. Una manera de evitar ese peligro, es creciendo en la Palabra de Dios.
Bendiciones pastor: excelentes sermones
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