viernes, 8 de abril de 2011

DOCTRINA "La doctrina del Hombre"

“Doctrinas Bíblicas”
LA DOCTRINA DEL HOMBRE

Pastor  Cesar  Barrios
Introducción

Pregunta fundamental – “¿Qué es el hombre?” (Sal 8:4).  Necesitamos saber, para vivir correctamente en este mundo.  El ser humano está al borde de aniquilarse a sí mismo, y destruir el mundo en el cual vivimos.  Las personas ya no saben quiénes son, no saben para qué viven en este mundo, y por ende no saben cómo vivir.  Esto conlleva un caos social a nivel mundial.


LA CREACIÓN DEL HOMBRE

El ser humano es parte de la creación de Dios.  Por siglos, la raza humana ha entendido esto (ver Hch 17:26-28).  Pero a partir del siglo 19 eso cambió radicalmente, con consecuencias desastrosas para la raza humana.


1. Teorías Humanas

En el siglo 19, Darwin formuló la teoría de la evolución.  Esta afirmó que el ser humano, lejos de ser producto de la creación de Dios, es simplemente el resultado de un proceso largísimo de evolución. 

Comenzando desde una forma de vida muy simple y primitiva, las diversas formas de vida fueron apareciendo, producto de pequeños cambios genéticos.  Al fin, el género humano apareció, por casualidad, derivado de los monos. 

Según antropólogos seculares, los hombres primitivos aparecieron hace unos 100,000 años, en África.  Poco a poco, se esparcieron por todo el mundo, evolucionando en diferentes maneras, para producir la variedad de razas que hoy habitan el planeta tierra.

Hoy en día, a las ideas de Darwin, se suma el concepto del ‘Big Bang’ (‘La Gran Explosión’), por medio del cual se pretende explicar el origen del universo material.

Las teorías humanas son tremendamente fantásticas, porque la probabilidad de que formas de vida tan complejas, como la que vemos en la actualidad, se hayan desarrollado simplemente por casualidad, son ínfimas.  La aceptación de estas teorías no se debe a la abundancia de evidencia a favor de ellas, sino a la terquedad del hombre, quien no quiere creer en la revelación bíblica.






2. Enseñanza Bíblica


a. El TIEMPO de la Creación del Hombre

A diferencia de las teorías humanas, la Biblia enseña que el ser humano (al igual que todo el mundo material) es producto de la creación de Dios.  La Biblia no provee datos exactos en cuanto al momento de la creación, pero sí indica que no fue hace más de 10,000 a 20,000 años.


b. La MANERA de la Creación del Hombre

Génesis 1 y 2 describen la manera en que Dios creó al mundo.  Es cierto que no es una explicación científica, sino teológica.  Sin embargo, no deja de ser una explicación acertada.

El relato de Génesis indica lo siguiente:

-          Dios creó al mundo material de la nada.
-          Dios creó al mundo en forma instantánea.
-          Dios creó el cuerpo del ser humano de material previamente creado.
-          Dios creó un solo hombre y una sola mujer.
-          Dios creó al ser humano diferente del resto de la creación, colocando en él, parte de Su propia naturaleza (Espíritu).


La Biblia presenta al ser humano como la máxima expresión de la creatividad de Dios.  Tristemente, la ciencia presenta al ser humano como si fuera simplemente otro animal.  Al enseñar a las personas que son animales, no es de sorprenderse que comiencen a comportarse como animales, perdiendo toda dignidad.


LA NATURALEZA DEL HOMBRE


1. Hecho ‘Cuerpo y Alma’

Génesis 2 indica las dos etapas en la creación del ser humano, que corresponde a las dos naturalezas fundamentales de la humanidad – ‘cuerpo’ y ‘alma’.

-          Gen 2:7a narra la creación del cuerpo (comparar Ezeq 37:1-8).
-          Gen 2:7b narra la manera en que el ser humano llegó a tener vida (comparar Ezeq 37:9-10).

NOTA: Al ‘respirar’ en el hombre, Dios le concedió algo de Su naturaleza (ver 2 Ped 1:4).

Sin embargo, aunque esta distinción entre el aspecto material y el aspecto espiritual del ser humano es obvio e importante, el AT pone énfasis sobre el hecho que el hombre es un ser integral.


Un debate existe acerca de la naturaleza del ‘alma’, y la relación que ésta tiene con el ‘espíritu’.  Algunos enfatizan que el ser humano es tricótomo, mientras que otros afirman que el ser humano es dicótomo. 


Términos bíblicos


-          espíritu” – Heb ‘ruaj’; Gr ‘pneuma

-          alma” – Heb ‘nefesh’; Gr ‘psuje

-          carne” – Heb ‘basar’; Gr ‘sarx

-          cuerpo” – Gr ‘soma’.

Los animales tienen ‘alma’.  Esto parece apuntar a los apetitos carnales, o a los instintos.  El ser humano comparte esto.  Sin embargo, hay algo especial en el ser humano que lo distingue de los animales.  Podríamos llamarle un ‘alma’ especial, con atributos personales; o podríamos identificar esta ‘alma’ con el ‘espíritu’.


Una antropología dicótoma toma ‘alma’ y ‘espíritu’ como sinónimos (ver Lucas 1:46-47; comparar Ecle 12:7 con Mat 10:28, y ver Gén 35:18; Sal 31:5).  En Heb 12:23, se habla de los muertos como “espíritus”; pero en Apo 6:9, son “almas”.

Una antropología tricótoma enfatiza pasajes como Heb 4:12 y 1 Tes 5:23, que parecen hacer una distinción entre “alma” y “espíritu”.


Lo que sí es cierto es que hay algo en el ser humano que sobrevive la muerte.  En esto el ser humano parece ser diferente de los animales.  Sin embargo, esta forma de existencia no es ‘normal’, y por ende, el plan de Dios es resucitar al cuerpo, y unir el ‘alma’/‘espíritu’ al cuerpo, para vivir eternamente (Apo 20:12-13).

NOTA: Dios ha dado a la raza humana la potestad de procrearse.  Sin embargo, debemos notar
            esta distinción.  La relación sexual puede resultar en la concepción de un nuevo ser
            humano.  Sin embargo, solo Dios puede conceder a este nuevo ser humano un ‘alma’/
            ‘espíritu’.   La Biblia no habla de este asunto, pero por deducción habría que decir que
            Dios crea el alma en el mismo momento de la concepción física. Por ende, todo feto,
            desde el momento de su concepción es un ser humano, tiene un ‘alma’ eterna, y merece
            ser tratado con dignidad.  ¡No es simplemente un pedazo de carne y hueso, sobre el cual
            la madre puede ejercer plena autoridad, disponiendo de ello en un aborto!


2. Hecho a ‘Imagen de Dios’

Gén 1:26-27 indica que el ser humano, a diferencia de los animales, es creado “a imagen de Dios”.  ¿Qué significa esto?  ¡NO SIGNIFICA IMAGEN FÍSICA!
Algunos afirman que la imagen de Dios tiene que ver con la naturaleza del ser humano – que tiene personalidad, libertad de accionar, capacidad moral, etc.

Otros afirman que la imagen de Dios tiene que ver con el accionar del ser humano – que es capaz de gobernar, ejercer autoridad, etc.

Lo que sí queda claro es que la imagen de Dios en el hombre concede al ser humano una gran dignidad, y lo distingue totalmente del resto de la creación (Sal 8:5-6).  Por tan semejante que sean nuestros cuerpos a los de los animales (especialmente a los monos), nuestra naturaleza es fundamentalmente diferente.

NOTA: Es la imagen de Dios que tenemos de la creación, que permite el propósito de Dios (en
            la salvación) de reproducir esta imagen en los creyentes (Rom 8:29).


3. Hecho ‘Varón y Hembra’

Es importante reconocer que la imagen de Dios no radica en el varón, sino en los dos géneros – masculino y femenino (como afirma Gén 1:26-27).  Si bien es cierto, que la mujer fue creada después, para ser ayuda idónea, en los planes de Dios, ella comparte algo de la imagen de Dios.

Por ende, la mujer comparte la misma dignidad que el varón.  Ella es de la misma naturaleza (ver Gen 2:23).   Sin embargo, su función es diferente.  El varón es ‘cabeza’ (dentro del matrimonio) – 1 Cor 11:3; Efe 5:23;  la mujer fue creada para él, y no al revés, para ser ‘ayuda idónea’ (1 Cor 11:8-9; 1 Tim 2:13).  Sin embargo, esto no debe usarse como pretexto para subyugar a la mujer, como si fuese inferior al varón.  Siempre debemos recordar que ella lleva la imagen de Dios, y es coheredera de la salvación (1 Ped 3:7).  En el cielo, la mujer tendrá la misma dignidad que el hombre.
 

4. Hecho ‘Santo’

Cuando Dios creó Adán y Eva, los creó santos.  Tenían una justicia, producto de la creación de Dios.  Es decir, no eran pecadores, y no tenían una naturaleza pecaminosa.  Sin embargo, tenían libre albedrío; podían pecar o no pecar, según querían.  Por ende, podían escoger si obedecer a Dios o no.  Sus primeros días en Edén tuvieron el propósito de probarles.


5. Adán – Representante Legal Ante Dios

Aunque el relato en Génesis no lo afirma directamente, la enseñanza de Pablo en Romanos 5:12-20, indica que Adán fue creado como representante legal, ante Dios, de toda la raza humana.  Esto tiene grandes implicancias para la doctrina cristiana de la salvación.  Dios nos salva por medio de otro representante legal, un segundo ‘Adán’ (Cristo).





EL PROPÓSITO DEL HOMBRE

Hoy en día, el ser humano se considera casi como un ‘dios’.  Por no conocer al Creador, vive para sí mismo; centra su vida en sí mismo.  El peligro es que este ‘humanismo’ entra a la Iglesia, y los creyentes comienzan a tratar a Dios como si Él fuera su siervo (exigiendo bendiciones, sanidad, prosperidad, etc).  Por eso es importante volver a la base bíblica del propósito del hombre, y tomar como ejemplo al Señor Jesús (Juan 6:38).


1. Hecho para Glorificar a Dios

El hombre no fue hecho para su propio bien, ni para el bien de los ángeles, sino para el bien de Dios; es decir, para Su gloria.  Por ende, toda la vida del ser humano debe servir a glorificar a Dios (1 Ped 4:11).  Le glorificamos:

-          Viviendo para Él.
-          No haciendo las cosas que le desagradan.
-          Haciendo las cosas que le agradan.
-          Sacrificándonos por Él y Su reino.


2. Hecho para Administrar la Creación

Según Gén 1:28, Dios dio al hombre tres tareas fundamentales (relacionadas):

-          Multiplicarse, hasta ocupar toda la tierra.
-          Dominar la creación, para sacar provecho de ella, para su sustento, y el bien de las demás formas de vida (NVI, “sométanla”).
-          Señorear sobre la creación.

En otras palabras, la tarea general de la raza humana (otorgada en primer lugar a nuestro representante legal, Adán) fue la de administrar la creación material, en lugar de Dios – como Su terrateniente o mayordomo.

-          Esta tarea general se hizo específica, en el cuidado del huerto de Edén (Gén 2:5b, 15-20). 
-          Esta tarea es reflejada en Sal 8:6-8.
-          Al hacer esta tarea, el ser humano refleja la Persona de Cristo.


3. Hecho para la Eternidad

Dios creó al hombre para ser eterno.  Colocó la eternidad en su corazón (Ecle 3:11).  Le concedió un alma eterna, que vivirá para siempre.  Su destino es estar, como los ángeles, ante la presencia de Dios, sirviéndole y adorándole por toda la eternidad (Apo 5).  Los que rechazan el mensaje de salvación serán separados de Dios, por la eternidad (Apo 20).




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